Leiv Motiv

Quiero pensar que es mentira que todo sea mentira; que no todo está perdido porque ocupemos el rol de perdedores ab initio. No obstante odio el esnobismo de los que bromean con "La teoría de la conspiración" como si fuera moderno ser conservadoramente imbécil, y elegantemente actual asumir que ser el enemigo del enemigo es, aplicando el denominador común, lo mismo que nada. Detesto a la gente que usa la expresión "las reglas de juego" por una razón tan obvia que espero no tener que explicarla. Éste no es un blog amigable. El mundo pone la sosa, yo intentaré poner el vinagre.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Crucifijos y crucivariables, ¿algún problema?

El problema es que la Iglesia Católica es uno de los mayores problemas del mundo a nivel global. El auténtico cristiano no necesita símbolos, que en su tiempo sirvieron para marcar lugares secretos de reunión y que sólo al convertirse en elementos de propaganda (S. I) significaron el inicio de la confrontación entre los sí y los no.
El problema es que fascistas (zurdos y diestros) y ultracatólicos se apropian de símbolos que deberían ser universales y los ensucian con sus manos manchadas de sangre de tanto metérselos en sus bolsillos manchados por la sangre de sus manos. No, no estoy dispuesto a que la institución con más asesinatos en su historial en los últimos 20 siglos presida el lugar donde mi hijo se educa. Estoy harto de que se defienda la moderación contra la Iglesia. Estoy harto de que la supuesta tradición y el verdadero privilegio a nivel humano que significa estar educado en valores cristianos se convierta en el más mínimo balón de oxígeno para la cúpula de una empresa que, a mi juicio, es tan execrable como el consejo de administración de Nike o de Coca-cola, sólo que encima pretende erigirse en referente moral y guía del espíritu. De todo corazón: Mierda para ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Me pasas el vinagre?