Lo que este gobierno ha hecho con los ciudadanos rumanos en territorio español es propio de la izquierda, siempre y cuando esa izquierda fuera la mano con la que Himmler se rascaba la barriga mientras saludaba al Führer con la derecha. Rubalcaba {hacer, escuchar, explicar} no se ha detenido mucho en lo tercero en este caso, aunque bien puede desmarcarse, como ya es costumbre en esta precampaña, de lo que hizo mientras estaba en el equipo de gobierno; empero, no voy a profundizar en ese argumento machacón, acusador mantra partidopopulista, de que el candidato hace como que no tiene nada que ver con Zapatero. Ésa es carnaza para la oposición obtusa y somnolienta, y el tema de los rumanos un problema real y tangible, bien ajeno a los votantes (de izquierda y de derecha), como es menester.
Al grano (aunque, como en todos los frutos con simiente, será necesario ir desgajando capa a capa para llegar a la mies).
Primera capa: Los ciudadanos rumanos (europeos aunque les pese a la camarilla de fascistas encefalogramaplanos) han dejado de tener permiso de trabajo en España. Dicho así, parece simplemente una violación del tratado Blablablabla, ratificado por los países miembros el día de no me acuerdo. Por eso Rubalcaba {hacer, escuchar, explicar} corrió a aclarar que aquello no afectaría a los rumanos que ya estuvieran incorporados al mercado de trabajo español. Punto en boca pues.
Argumentan: en Rumanía hay un índice de paro menor que en España y por lo tanto no tenemos obligación moral de asumir su flujo migratorio. Una pregunta sin ánimo capcioso: ¿en qué país hay más paro que en España?
Segunda capa: La instrucción dada a las administraciones y organismos encargados de velar por que se cumpla la orden es explícita: todo aquel ciudadano rumano que el día 22 de julio de 2011 no estuviera dado de alta en la Seguridad Social, es decir, trabajando por cuenta ajena, o bien estuviera establecido como trabajador Autónomo, o bien estuviera inscrito en las oficinas de empleo como demandante de empleo, repito, a fecha 22 de julio, todo aquel rumano que no estuviera en uno de los casos anteriores, dejó de tener permiso de trabajo a partir del 1 de agosto, fecha en que entró en vigor la medida.
Es decir, puede darse el caso de que un ciudadano rumano que causó baja en cualquier empresa el día 21 de julio quisiera volver a trabajar el 2 de agosto y que incluso tuviera un empleador dispuesto a contratarle. En vano recorreran organismo tras organismo, empleador y cuadrilla de la mano. El día 22 de julio es el que manda.
Puede darse el caso de otro que lleve trabajando un año, de manera intermitente, en campañas agrícolas la mayoría, y que durante ese año, incluido el mes de julio, estuviera pagando de su particular peculio el llamado sello agrícola, es decir, el seguro social que opera en el Régimen Especial Agrario, pero que el día 22 de julio no trabajara porque le dolía un pie, porque al patrón se le estropeó el tractor o porque en esa finca o esos terrenos amaneció chispeando y el patrón dijo que a casa, que faenarían al día siguiente . Pues no señor. Se acabó trabajar en España, al menos con papeles.
Y por si fuera pequeño el drama, la Administración no escatima en medios de estigmatización; y compra miles de sellos y de tampones de tinta roja para que los funcionarios de los servicios de empleo estampen en las tarjetas de demanda de empleo de estos ciudadanos comunitarios venidos a menos el claro mensaje: NECESITA PERMISO DE TRABAJO.
Como si pudieran obtenerlo. Para que un extranjero obtenga un permiso de trabajo un empresario tiene que presentar una oferta de trabajo en el servicio de empleo correspondiente y el director tiene que certificar que, después de hacer el pertinente sondeo, no hay ni un solo ciudadano español dispuesto o capacitado para hacer el trabajo. Con ese certificado, el empleador va a la administración correspondiente y tramita el permiso del inmigrante.
La medida puede cobrar coherencia vista desde aquí, desde una óptica restrictiva de la Europa que nos venden, desde luego. Sólo si un español no puede o no quiere trabajar, entonces el rumano podrá optar a ese empleo. Pero, ¿qué hacemos con los cientos de miles de rumanos que, por azar, no estaban dados de alta en la Seguridad Social o inscritos en el servicio de empleo de su comunidad el fatídico día 22 de julio y que hasta ayer eran ciudadanos comunitarios de pleno derecho? ¿Los echamos a su país? ¿Los condenamos al empleo sumergido, a la desprotección? No nos rasguemos las vestiduras. No son esas dos opciones tan descabelladas para determinados sectores de la política actual pero, ¿es esa la izquierda que representa el PSOE?
La sosa y el vinagre
Leiv Motiv
Quiero pensar que es mentira que todo sea mentira; que no todo está perdido porque ocupemos el rol de perdedores ab initio. No obstante odio el esnobismo de los que bromean con "La teoría de la conspiración" como si fuera moderno ser conservadoramente imbécil, y elegantemente actual asumir que ser el enemigo del enemigo es, aplicando el denominador común, lo mismo que nada. Detesto a la gente que usa la expresión "las reglas de juego" por una razón tan obvia que espero no tener que explicarla. Éste no es un blog amigable. El mundo pone la sosa, yo intentaré poner el vinagre.
lunes, 26 de septiembre de 2011
sábado, 30 de julio de 2011
20-N: una fecha menos
Cuando los periodistas le preguntaron a Zapatero por qué el 20-N precisamente para celebrar las elecciones, él, con esa media sonrisa con la que se ha acostumbrado a reírse de la inteligencia del pueblo que gobierna, contestó que era, sencillamente, una fecha más.
Pero no lo es, desde luego, para ningún elector de este país con un mínimo de memoria histórica o familiar. Las efemérides huelgan: ese día murieron en sendos años los dos últimos dictadores fascistas que gobernaron este país.
Ni el mejor publicista podría haber ideado un slogan con más tirón para el PSOE. Justo el año en que el PP puede obtener la mayoría absoluta por la movilización de parte de los votantes del PSOE, persuadidos a causa del manejo de la crisis de este gobierno de la necesidad de dar un voto de castigo a la "izquierda", éstos se verán obligados a enfrentarse con sus recuerdos y emociones. La fecha de la votación, como un Pantócrator sobre sus cabezas, les estará advirtiendo: cuidado con la derecha; medid las consecuencias de vuestro desencanto; puede que nuestra gestión del gobierno sea criticable, pero nosotros jamás tomamos este país por la fuerza; nosotros no matamos a vuestros abuelos; fue la derecha quien mantuvo aplastado a este país durante cuarenta años; nosotros merecemos un castigo pero, ¿no merecen ellos otro mucho mayor?
El 20-N es, desde luego, un mal día para que los típicos votantes de izquierda la castiguen votando a la derecha. El error es pensar que el PSOE es la izquierda. El fantasma de las dos españas ha hecho que pese mucho más en la historia la chaqueta de pana que Filesa o los GAL (dos de cuyos asesinatos, por cierto se cometieron en veintes de noviembres, Santi Brouard en 1984, y Josu Muguruza en 1989), de los cuales, a propósito, recuerda Arzalluz en sus memorias que fue el mismo Rubalcaba, junto con Txiqui Benegas, el que trató de convencerle para que el PNV no apoyara la comisión de investigación. Dice Arzalluz que Rubalcaba {hacer, escuchar y explicar} le dijo "nos vais a hundir en la mierda", y que él le contestó: "en vuestra mierda". Eso no sé si lo hablaron un veinte de noviembre, pero mucho me temo que la fecha está condenada a poner de relieve las carencias éticas de nuestros gobernantes, ya sean caudillos fascistas o propagandistas de seudo-izquierda.
Pero no lo es, desde luego, para ningún elector de este país con un mínimo de memoria histórica o familiar. Las efemérides huelgan: ese día murieron en sendos años los dos últimos dictadores fascistas que gobernaron este país.
Ni el mejor publicista podría haber ideado un slogan con más tirón para el PSOE. Justo el año en que el PP puede obtener la mayoría absoluta por la movilización de parte de los votantes del PSOE, persuadidos a causa del manejo de la crisis de este gobierno de la necesidad de dar un voto de castigo a la "izquierda", éstos se verán obligados a enfrentarse con sus recuerdos y emociones. La fecha de la votación, como un Pantócrator sobre sus cabezas, les estará advirtiendo: cuidado con la derecha; medid las consecuencias de vuestro desencanto; puede que nuestra gestión del gobierno sea criticable, pero nosotros jamás tomamos este país por la fuerza; nosotros no matamos a vuestros abuelos; fue la derecha quien mantuvo aplastado a este país durante cuarenta años; nosotros merecemos un castigo pero, ¿no merecen ellos otro mucho mayor?
El 20-N es, desde luego, un mal día para que los típicos votantes de izquierda la castiguen votando a la derecha. El error es pensar que el PSOE es la izquierda. El fantasma de las dos españas ha hecho que pese mucho más en la historia la chaqueta de pana que Filesa o los GAL (dos de cuyos asesinatos, por cierto se cometieron en veintes de noviembres, Santi Brouard en 1984, y Josu Muguruza en 1989), de los cuales, a propósito, recuerda Arzalluz en sus memorias que fue el mismo Rubalcaba, junto con Txiqui Benegas, el que trató de convencerle para que el PNV no apoyara la comisión de investigación. Dice Arzalluz que Rubalcaba {hacer, escuchar y explicar} le dijo "nos vais a hundir en la mierda", y que él le contestó: "en vuestra mierda". Eso no sé si lo hablaron un veinte de noviembre, pero mucho me temo que la fecha está condenada a poner de relieve las carencias éticas de nuestros gobernantes, ya sean caudillos fascistas o propagandistas de seudo-izquierda.
miércoles, 27 de julio de 2011
Por tontos
Por tontos nos ha tomado el sumo Pontífice. Hace una semana que arrecian las noticias sobre la crisis humanitaria imposible de ocultar en el Cuerno de África que, así nombrado, parece una región de fantasía salida de la Tierra Media tolkiana, lejana y, quién sabe si inexistente. Pero no; los países que lo integran tienen nombre, concretamente Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía, y aunque no lo creamos, cada uno de sus habitantes también.
Sin embargo, las noticias que revelen la postura de la Iglesia Católica con respecto a este holocausto no son tan profusas. Si tecleamos en Google "Papa Somalia Crisis 2011", los diez primeros resultados se refieren a una sola manifestación: la realizada por Benedicto XVI en el Angelus del pasado domingo. En él exhorta a la comunidad internacional y a las personas de buena voluntad a ayudar a África. Como jefe de la Iglesia Católica no ordena a sus todos sus discípulos ponerse al servicio de las almas y los cuerpos, hijos de Dios, que están a punto de perder la vida por no tener agua ni pan; no sacude los cimientos de las adormecidas conciencias católicas del primer mundo para que abran sus billeteras y aparten, de lo que van a gastar en las vacaciones, un tanto por ciento para que miles de niños no mueran mañana. No, para estas cosas el Papa nunca se dirige a los católicos, sino al ente abstracto de la comunidad internacional, que no es más que la aglutinación de unos pueblos y sus Jefes de Estado sobre los que él, si quisiera, podría ejercer más influencia que Standard and Poor's. Sus exhortaciones a la comunidad católica las reserva para cosas mucho más importantes, como la objeción de conciencia en las prácticas abortistas, porque es mucho más importante salvar un embrión del Primer Mundo que millones de niños del Tercero; o en la sedación en pacientes terminales o la lucha por la muerte digna, porque es mucho más importante la vida del que no quiere vivir, que la de millones de familias que recorren su país a pie para encontrar una gota de agua.
No obstante, en un arrebato de solidaridad sin precedentes, el Papa ha hecho un donativo de 50 mil euros, enviado directamente al obispo de Yibuti. Sí, han leído bien. La Iglesia, que sólo del Estado Español recibió 6.108 millones de € en 2010 en concepto de subvenciones directas y 241 millones de la recaudación del IRPF, dona 50.000 míseros € cuando Naciones Unidas cifra en más de 600 millones de dólares la cantidad precisada sólo en Somalia para frenar el torrente de muertes.
En la próxima campaña de la renta, quizás deberían cambiar el slogan y en lugar de pedirnos que marquemos la equis Por Tantos, podrían hacerlo Por Tontos.
Por otro lado, los medios nos venden la hambruna como algo novedoso, pero sólo en Etiopía en 2010 ya morían entre 5 y 6 millones al año fruto de la desnutrición. Cuando hablan de 11 millones en riesgo de muerte inminente, no se refieren hasta final de año, sino inminentemente (ver RAE) . ¿Qué despierta de repente la conciencia de los medios? Siempre el interés que la noticia pueda tener para sus lectores. ¿Y qué intereses resultan novedosos en este año de 2011? Dos principales: las cifras de desplazados empiezan a asustar. Decenas de miles de hambrientos cruzan las fronteras de los países limítrofes, naciones estas que en la mayoría de los casos están poco mejor que las de origen. Como una reacción en cadena, pasados unos meses una nueva oleada de inmigrantes sacudirá nuestra Europa chirriante. En estos tiempos el populismo vende. La mayor parte del público no es capaz de imaginar consecuencias a medio plazo, pero los medios se allanan el camino para el mañana. Cuando tengan que cubrir las noticias de los cientos de cayucos podrán decir esto es fruto de aquello.
En segundo lugar, ahora puede echársele la culpa a los musulmanes. Es Al-Qaeda quien bloquea la ayuda humanitaria. Al Shabab, milicia integrista vinculada a Al-Qaeda, se hizo con el poder de medio país después de que en 2009 las tropas etíopes se retiraran de la contienda. Una guerra que duró 20 años y que sangró las economías de ambos países, una guerra alentada por los países que hoy culpan a Al-Qaeda. No en vano una de las verdaderas causas de la imposibilidad de saneamiento financiero de estos países es que durante años llegaron a gastar 2 millones de euros al día en armamento comprado al primer mundo, deuda que aún hoy están saldando con nuestros estados. No recuerdo haber leído eso en ningún diario de pseudo-izquierda o pseudo-derecha. Es curioso, que haya tenido que enterarme leyendo la entrevista de un misionero salesiano, que con 83 años y dos cojones, lleva siete años en Etiopía luchando al pie del cañón. Y es que todas las monedas tienen cara y tienen cruz.
Nuestra cruz, la de los números.
Sin embargo, las noticias que revelen la postura de la Iglesia Católica con respecto a este holocausto no son tan profusas. Si tecleamos en Google "Papa Somalia Crisis 2011", los diez primeros resultados se refieren a una sola manifestación: la realizada por Benedicto XVI en el Angelus del pasado domingo. En él exhorta a la comunidad internacional y a las personas de buena voluntad a ayudar a África. Como jefe de la Iglesia Católica no ordena a sus todos sus discípulos ponerse al servicio de las almas y los cuerpos, hijos de Dios, que están a punto de perder la vida por no tener agua ni pan; no sacude los cimientos de las adormecidas conciencias católicas del primer mundo para que abran sus billeteras y aparten, de lo que van a gastar en las vacaciones, un tanto por ciento para que miles de niños no mueran mañana. No, para estas cosas el Papa nunca se dirige a los católicos, sino al ente abstracto de la comunidad internacional, que no es más que la aglutinación de unos pueblos y sus Jefes de Estado sobre los que él, si quisiera, podría ejercer más influencia que Standard and Poor's. Sus exhortaciones a la comunidad católica las reserva para cosas mucho más importantes, como la objeción de conciencia en las prácticas abortistas, porque es mucho más importante salvar un embrión del Primer Mundo que millones de niños del Tercero; o en la sedación en pacientes terminales o la lucha por la muerte digna, porque es mucho más importante la vida del que no quiere vivir, que la de millones de familias que recorren su país a pie para encontrar una gota de agua.
No obstante, en un arrebato de solidaridad sin precedentes, el Papa ha hecho un donativo de 50 mil euros, enviado directamente al obispo de Yibuti. Sí, han leído bien. La Iglesia, que sólo del Estado Español recibió 6.108 millones de € en 2010 en concepto de subvenciones directas y 241 millones de la recaudación del IRPF, dona 50.000 míseros € cuando Naciones Unidas cifra en más de 600 millones de dólares la cantidad precisada sólo en Somalia para frenar el torrente de muertes.
En la próxima campaña de la renta, quizás deberían cambiar el slogan y en lugar de pedirnos que marquemos la equis Por Tantos, podrían hacerlo Por Tontos.
Por otro lado, los medios nos venden la hambruna como algo novedoso, pero sólo en Etiopía en 2010 ya morían entre 5 y 6 millones al año fruto de la desnutrición. Cuando hablan de 11 millones en riesgo de muerte inminente, no se refieren hasta final de año, sino inminentemente (ver RAE) . ¿Qué despierta de repente la conciencia de los medios? Siempre el interés que la noticia pueda tener para sus lectores. ¿Y qué intereses resultan novedosos en este año de 2011? Dos principales: las cifras de desplazados empiezan a asustar. Decenas de miles de hambrientos cruzan las fronteras de los países limítrofes, naciones estas que en la mayoría de los casos están poco mejor que las de origen. Como una reacción en cadena, pasados unos meses una nueva oleada de inmigrantes sacudirá nuestra Europa chirriante. En estos tiempos el populismo vende. La mayor parte del público no es capaz de imaginar consecuencias a medio plazo, pero los medios se allanan el camino para el mañana. Cuando tengan que cubrir las noticias de los cientos de cayucos podrán decir esto es fruto de aquello.
En segundo lugar, ahora puede echársele la culpa a los musulmanes. Es Al-Qaeda quien bloquea la ayuda humanitaria. Al Shabab, milicia integrista vinculada a Al-Qaeda, se hizo con el poder de medio país después de que en 2009 las tropas etíopes se retiraran de la contienda. Una guerra que duró 20 años y que sangró las economías de ambos países, una guerra alentada por los países que hoy culpan a Al-Qaeda. No en vano una de las verdaderas causas de la imposibilidad de saneamiento financiero de estos países es que durante años llegaron a gastar 2 millones de euros al día en armamento comprado al primer mundo, deuda que aún hoy están saldando con nuestros estados. No recuerdo haber leído eso en ningún diario de pseudo-izquierda o pseudo-derecha. Es curioso, que haya tenido que enterarme leyendo la entrevista de un misionero salesiano, que con 83 años y dos cojones, lleva siete años en Etiopía luchando al pie del cañón. Y es que todas las monedas tienen cara y tienen cruz.
Nuestra cruz, la de los números.
- Aportación de España a la Crisis de Somalia: 15 millones de €.
- Aportación del FROB para la recapitalización de la CAM: 6.000 millones de €.
- Valor de los préstamos autoconcedidos por los directivos de la CAM: 160 millones de €.
- Número estimado de seres humanos en riesgo de muerte: 11 millones (un 22% de la población española)
- Presupuesto de la Iglesia Católica de España para conservación de Patrimonio de su titularidad: 200 millones de € (el 50% de lo necesitado, según la ONU para evitar la catástrofe inminente en Somalia)
- Población que se habrá olvidado de Somalia la próxima semana: 99,99%
domingo, 12 de junio de 2011
Cinema Jenin
Las casas de Jenin tienen más ventanas de las que debieran. A las proyectadas sobre plano hay que sumarles las practicadas por los obuses lanzados por el ejército israelí durante las dos intifadas. A pesar de ello, treinta y cinco mil palestinos viven en sus hogares de Gruyère y transitan sus calles polvorientas. Algunos niños escriben su nombre en las paredes aprovechando los agujeros de las balas como puntos.
Una vez hubo un cine, el más grande de los alrededores, dicen los que lo conocieron abierto y los que sólo han visto su puerta cerrada. La primera Intifada, en el ochenta y siete, acabó con él. Después se utilizó como centro de refugiados, y desde hace años es uno de esos lugares donde el tiempo que pasa se queda y envejece. El óxido se come los esqueletos de las butacas, las telarañas forman tapices del Rococó Arácnido, y las sombras viven tranquilas, sabiendo que la luz no es bien recibida entre sus paredes.
Cuando Ahmed cayó en la tierra y comenzó a desangrarse, mucho antes de que sus órganos aún vivos sirvieran para salvar la vida de otros seis niños, las arterias de Jenin recibieron su sangre y el pueblo entero fue transfundido de su espíritu. El cine de Jenin, entonces, comenzó a volver a la vida.
Lo abatió un soldado israelí un día antes del Eid-al-Fiter, el Banquete de Caridad que pone fin al mes de Ramadán. Por ello, y porque se celebra en familia, Isamel Khatib, su esposa Abla y sus cuatro hijos se habían desplazado a Jenin.
Ahmed les pidió dinero para comprarse una corbata. Echó a correr a la tienda y en el camino se topó con dos amigos. Jugaban a árabes y judíos con pistolas de plástico. Como tenía tiempo de sobra y sólo doce años, no pensó que debiera negarse cuando le tendieron un arma de juguete y le ofrecieron unirse a ellos.
Cada uno corrió en una dirección para ocultarse. Ahmed eligió sin saberlo el rango de tiro de un comando del ejército israelí que buscaba milicianos de la Yihad. Uno de los soldados gritó hombre armado a ciento treinta metros. Después se oyeron dos disparos. Ninguno de ellos salió de la pistola de juguete.
Entre los niños que aprovecharon la vida de Ahmed estaba Menuha Levinson. Hija de judíos ultraortodoxos, su cuerpo no rechazó el trasplante porque mientras la Religión hacía pellas y se fumaba las clases, la Biología estudiaba y se formaba para ser útil.
Su padre, en cambio, esperando a que Menuha saliera del quirófano dijo públicamente que hubiera preferido el hígado de un judío.
Ismael Khatib, el padre de Ahmed, no descansó hasta conocer a todos los niños que llevaban los órganos de su hijo, aunque para ser sinceros cuando los conoció tampoco descansó.
Dos años después, la familia Levinson lo recibía en su salón. Era una imagen imposible. Un árabe sentado en su sofá tranquilamente, sin intentar asesinarle.
Para el señor Levinson era tarde. Por mucho que aprendiera de aquello, nunca sería suficiente como para acabar con sus prejuicios. Los de sus hijas, sin embargo, sufrieron un fuerte varapalo. Menuha era aún pequeña, pero pronto comprendería que el riñón que limpiaba su sangre, que filtraba sus impurezas y la renovaba, era el riñón de un árabe.
Cinco años después de su muerte, las puertas del cine de Jenin se abrieron, con su padre y Leon Geller, el director alemán que rodó su historia, al frente.
Ahmed salió a comprar una corbata, pero en lugar de eso con su vida pagó una ronda de seis, un mensaje de paz y esperanza para su pueblo, y la resurrección del cine de Jenin, donde los otros niños verán su historia y donde él vivirá por siempre.
Una vez hubo un cine, el más grande de los alrededores, dicen los que lo conocieron abierto y los que sólo han visto su puerta cerrada. La primera Intifada, en el ochenta y siete, acabó con él. Después se utilizó como centro de refugiados, y desde hace años es uno de esos lugares donde el tiempo que pasa se queda y envejece. El óxido se come los esqueletos de las butacas, las telarañas forman tapices del Rococó Arácnido, y las sombras viven tranquilas, sabiendo que la luz no es bien recibida entre sus paredes.
Cuando Ahmed cayó en la tierra y comenzó a desangrarse, mucho antes de que sus órganos aún vivos sirvieran para salvar la vida de otros seis niños, las arterias de Jenin recibieron su sangre y el pueblo entero fue transfundido de su espíritu. El cine de Jenin, entonces, comenzó a volver a la vida.
Lo abatió un soldado israelí un día antes del Eid-al-Fiter, el Banquete de Caridad que pone fin al mes de Ramadán. Por ello, y porque se celebra en familia, Isamel Khatib, su esposa Abla y sus cuatro hijos se habían desplazado a Jenin.
Ahmed les pidió dinero para comprarse una corbata. Echó a correr a la tienda y en el camino se topó con dos amigos. Jugaban a árabes y judíos con pistolas de plástico. Como tenía tiempo de sobra y sólo doce años, no pensó que debiera negarse cuando le tendieron un arma de juguete y le ofrecieron unirse a ellos.
Cada uno corrió en una dirección para ocultarse. Ahmed eligió sin saberlo el rango de tiro de un comando del ejército israelí que buscaba milicianos de la Yihad. Uno de los soldados gritó hombre armado a ciento treinta metros. Después se oyeron dos disparos. Ninguno de ellos salió de la pistola de juguete.
Entre los niños que aprovecharon la vida de Ahmed estaba Menuha Levinson. Hija de judíos ultraortodoxos, su cuerpo no rechazó el trasplante porque mientras la Religión hacía pellas y se fumaba las clases, la Biología estudiaba y se formaba para ser útil.
Su padre, en cambio, esperando a que Menuha saliera del quirófano dijo públicamente que hubiera preferido el hígado de un judío.
Ismael Khatib, el padre de Ahmed, no descansó hasta conocer a todos los niños que llevaban los órganos de su hijo, aunque para ser sinceros cuando los conoció tampoco descansó.
Dos años después, la familia Levinson lo recibía en su salón. Era una imagen imposible. Un árabe sentado en su sofá tranquilamente, sin intentar asesinarle.
Para el señor Levinson era tarde. Por mucho que aprendiera de aquello, nunca sería suficiente como para acabar con sus prejuicios. Los de sus hijas, sin embargo, sufrieron un fuerte varapalo. Menuha era aún pequeña, pero pronto comprendería que el riñón que limpiaba su sangre, que filtraba sus impurezas y la renovaba, era el riñón de un árabe.
Cinco años después de su muerte, las puertas del cine de Jenin se abrieron, con su padre y Leon Geller, el director alemán que rodó su historia, al frente.
Ahmed salió a comprar una corbata, pero en lugar de eso con su vida pagó una ronda de seis, un mensaje de paz y esperanza para su pueblo, y la resurrección del cine de Jenin, donde los otros niños verán su historia y donde él vivirá por siempre.
viernes, 3 de junio de 2011
La muerte y otros efectos secundarios o la fábula del torero y el pepino
Desde el asesinato de Bin Laden por parte de los EUA en la casa del amigo Pakistán (amigo de alguien será), los estados socialmente evolucionados de esta Europa blanca (camisa de mi esperanza), se han descocado y andan un poco desorientados con la prioridad que ha tener la muerte en las posiciones oficiales de los gobiernos y las opiniones públicas.
Han muerto 16 personas en Alemania, seres humanos, digo yo, debido a una infección que en un principio se creyó originada por los pepinos españoles. No obstante, esta vez no ha habido solidaridad con el país amigo y con las víctimas, ni con los familiares de las víctimas, ni con los amigos de los familiares de las víctimas. Más bien parece que tuvieran que sentirse culpables por haberse muerto, porque el sector del pepino, que ahora sabemos es un buque insignia de la economía española (o como tal recibe tratamiento), se está poniendo flácido. No digo que no me alegre de que, por una vez, nuestros responsables exteriores defiendan los intereses que representan, no es eso. Lo que pasa es que España parece el cuatro ojos mamarracho que, acostumbrado a que le quiten el bocadillo en el recreo, no pierde comba para subirse al tren de mobbing escolar (o gubernamental) y hacer leña del árbol caído. ¿Cuándo desarrollaremos una personalidad propia como país y dejaremos de imitar lo que hacen los otros?
El segundo elemento de la fábula es el torero, esta vez con bombero. El bombero tuvo que sacarlo de entre los hierros de su super-ultra-mega-todo terrerno. A cambio de dejarse rescatar, ganó un titular en todos los medios, cosa que hace tiempo no lograba. Para mi sorpresa, el titular rezaba: Ortega Cano, muy grave al sufrir un accidente de tráfico. Y a modo de apunte: su coche invadió el carril contrario chocando con otro turismo. Y a modo de anécdota: el conductor del otro coche resultó fallecido. Y les faltó decir: pero a lo mejor ya estaba muerto porque la autopsia ha revelado que habría comido pepino durante el almuerzo.
Me imagino a la familia de aquel hombre teniendo que aguantar durante una o dos semanas programas enteros dedicados al "diestro" (que iría conduciendo con la zurda), a su vida y obra, y a su porte gallardo y apuesto. Asesino, es lo que dirán entre dientes, intentando tragarse el corazón con cada bocado de comida.
Ya lo vemos, esto es lo que puede pasar cuando desde nuestra querida Europa, bastión de la moral y la decencia, católica y también protestante, nos sumamos al grupo de los Zetas gubernamentales y nos chocamos los cinco ante el cadáver de un terrorista.
Creo que hay medio Estados Unidos señalándonos con el dedo y riéndose de nosotros por estar juzgando a Ratko Mladic (que por cierto mató a más del doble que Bin Laden), en vez de haberle pegado un tiro entre ceja y ceja. Con lo fácil que hubiera sido, ahora que trabajaba de peón. Si es que somos unos blandos. Nos van los tipos duros, pero seguimos siendo unos blandos.
Han muerto 16 personas en Alemania, seres humanos, digo yo, debido a una infección que en un principio se creyó originada por los pepinos españoles. No obstante, esta vez no ha habido solidaridad con el país amigo y con las víctimas, ni con los familiares de las víctimas, ni con los amigos de los familiares de las víctimas. Más bien parece que tuvieran que sentirse culpables por haberse muerto, porque el sector del pepino, que ahora sabemos es un buque insignia de la economía española (o como tal recibe tratamiento), se está poniendo flácido. No digo que no me alegre de que, por una vez, nuestros responsables exteriores defiendan los intereses que representan, no es eso. Lo que pasa es que España parece el cuatro ojos mamarracho que, acostumbrado a que le quiten el bocadillo en el recreo, no pierde comba para subirse al tren de mobbing escolar (o gubernamental) y hacer leña del árbol caído. ¿Cuándo desarrollaremos una personalidad propia como país y dejaremos de imitar lo que hacen los otros?
El segundo elemento de la fábula es el torero, esta vez con bombero. El bombero tuvo que sacarlo de entre los hierros de su super-ultra-mega-todo terrerno. A cambio de dejarse rescatar, ganó un titular en todos los medios, cosa que hace tiempo no lograba. Para mi sorpresa, el titular rezaba: Ortega Cano, muy grave al sufrir un accidente de tráfico. Y a modo de apunte: su coche invadió el carril contrario chocando con otro turismo. Y a modo de anécdota: el conductor del otro coche resultó fallecido. Y les faltó decir: pero a lo mejor ya estaba muerto porque la autopsia ha revelado que habría comido pepino durante el almuerzo.
Me imagino a la familia de aquel hombre teniendo que aguantar durante una o dos semanas programas enteros dedicados al "diestro" (que iría conduciendo con la zurda), a su vida y obra, y a su porte gallardo y apuesto. Asesino, es lo que dirán entre dientes, intentando tragarse el corazón con cada bocado de comida.
Ya lo vemos, esto es lo que puede pasar cuando desde nuestra querida Europa, bastión de la moral y la decencia, católica y también protestante, nos sumamos al grupo de los Zetas gubernamentales y nos chocamos los cinco ante el cadáver de un terrorista.
Creo que hay medio Estados Unidos señalándonos con el dedo y riéndose de nosotros por estar juzgando a Ratko Mladic (que por cierto mató a más del doble que Bin Laden), en vez de haberle pegado un tiro entre ceja y ceja. Con lo fácil que hubiera sido, ahora que trabajaba de peón. Si es que somos unos blandos. Nos van los tipos duros, pero seguimos siendo unos blandos.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Intelectualidad Real YA!
Los mismos que hace dos semanas, enfundados en sus trajes o disfraces de demócratas, sacaban la cara por Bildu desautorizando a aquellos que pretendían mirar más allá de sus estatutos, ayer decían estar “preocupados” por el movimiento de Democracia Real Ya. Era en la SER, en Hora 25, pero podría haber sido en cualquier otro medio “más demócrata que ninguno”. Caían en la bajeza moral de usar un rasero distinto para cada caso, y aventuraban que detrás de esta plataforma civil está la sombra de Izquierda Unida. La sombra de Izquierda Unida... como si una brizna de hierba pudiera dar mucha sombra. Su argumento elemental: la plataforma pide la reforma de la ley electoral, y eso sólo puede beneficiar a Izquierda Unida.
¡Qué alarde de valores demócratas! No prestan atención a los principios en los que se basa este movimiento civil, tampoco en su nombre claro y explícito ni en las declaraciones de sus portavoces e interlocotures. En su pseudointelectualidad subvencionada, pasan por encima de eso y, ejerciendo de videntes mezquinos, siembran la sospecha donde por el momento no hay más que lucidez e indignación. ¡Cómo se parece su comportamiento al de la derecha cerril que hace unas semanas les sirvió para enarbolar su infalible visión democrática! ¿No se han fijado que la ley electoral no es todo lo democrática que se esperaría de un país como España?
A saber: IU tiene 2 escaños en lugar de los 14 que le hubieran correspondido de operar un sistema proporcional en el sufragio. El escaño, que a PP o PSOE les costó una media de 65.500 votos, a IU le costó nada más y nada menos que 481.520 votos. CIU consiguió 11 escaños, es decir 9 más que IU, con 190.000 votos menos. A lo mejor es ese millón de ciudadanos que votaron IU en las pasadas generales el que está detrás de Democracia Real Ya, hecho que resultaría tan coherente para cualquiera como preocupante para los intelectuales en nómina de PSOE y PP.
viernes, 25 de febrero de 2011
Cosas sin importancia:
Trasteando por el BOE por razones que no vienen al caso, no vayáis a pensar que es mi libro de cabecera, me encontré esto:
REAL DECRETO 396/2007, de 23 de marzo, por el que se regula la bonificación de cuotas de la Seguridad Social respecto de los trabajadores contratados con motivo de la celebración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008.
REAL DECRETO 396/2007, de 23 de marzo, por el que se regula la bonificación de cuotas de la Seguridad Social respecto de los trabajadores contratados con motivo de la celebración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008.
La disposición adicional octava de la Ley 42/2006, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2007, establece que los países participantes en la Exposición Internacional Zaragoza 2008 y las personas jurídicas que los representen, así como las organizaciones internacionales participantes en dicho evento y la empresa pública Expoagua Zaragoza 2008, S.A., tendrán una bonificación del 100 por cien en la cotización a la Seguridad Social por contingencias comunes y por los conceptos de recaudación conjunta con las cuotas de la Seguridad Social, respecto de los trabajadores que contraten directamente para la realización exclusiva de labores estrictamente relacionadas con su participación en el citado acontecimiento.
¿Cuántos millones de euros salieron de la caja única de la Seguridad Social camino de los bolsillos de los empresarios que fueron elegidos para lucrarse con el circo de la Expo 2008? Tan sólo hace dos años de esto: ¿ya tenían pensado recortar salarios, congelar pensiones y retrasar edades de jubilación? Y lo que es más importante: ¿cuántas actividades de este tipo estarán bonificadas desproporcionadamente, mermando el montante total de cotización? Por último, ¿100%? ¿Saben cuánto se bonifica a una mujer parada de larga duración con un 40% de discapacidad reconocida por la S.S. que decida convertirse en autónoma?: Un 35%.
La otra cosa sin importancia de hoy es que ENDESA ha obtenido un aumento del 20% en sus beneficios con respecto al año anterior, alcanzando en el ejercicio 2010 los 4.129 millones de euros. La factura de la luz subió alrededor de un 16% durante los últimos doce meses, aunque resulta difícil de estimar. Desde enero de 2006 hasta finales del pasado año, el incremento total ha sido de un 44%, mientras que el IPC ha subido un 12%.
Por otro lado, Telefónica ha declarado un beneficio de 10.167 millones de euros en 2010, lo que supone un incremento nada despreciable, teniendo en cuenta la base porcentual, del 7.1%.
Sin meditarlo demasiado, lo reconozco, dejándome llevar por el momento, sólo me sale una cosa: Gracias a la ingeniería genética, ¿habría alguna posibilidad de extraer de Hugo Chávez tan sólo el gen que le predispone a la nacionalización de los recursos e implantarlo en cualquiera de los dos espantajos que optan a presidentes del gobierno en nuestro país? Lo digo porque, básicamente, entre los beneficios de estas dos empresas se podría tapar el agujero que obligó a mediados de 2010 a reducir el salario de los funcionarios en un 5%, a congelar las pensiones y que propició el establecimiento de la tasa de reposición funcionarial entre el 10 y el 30 por ciento.
Para ENDESA, TELEFÓNICA, gobierno y oposición, les dedico este clásico básico que, de haberse escrito hoy, sólo cambiaría de nombres propios:
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