Lo que este gobierno ha hecho con los ciudadanos rumanos en territorio español es propio de la izquierda, siempre y cuando esa izquierda fuera la mano con la que Himmler se rascaba la barriga mientras saludaba al Führer con la derecha. Rubalcaba {hacer, escuchar, explicar} no se ha detenido mucho en lo tercero en este caso, aunque bien puede desmarcarse, como ya es costumbre en esta precampaña, de lo que hizo mientras estaba en el equipo de gobierno; empero, no voy a profundizar en ese argumento machacón, acusador mantra partidopopulista, de que el candidato hace como que no tiene nada que ver con Zapatero. Ésa es carnaza para la oposición obtusa y somnolienta, y el tema de los rumanos un problema real y tangible, bien ajeno a los votantes (de izquierda y de derecha), como es menester.
Al grano (aunque, como en todos los frutos con simiente, será necesario ir desgajando capa a capa para llegar a la mies).
Primera capa: Los ciudadanos rumanos (europeos aunque les pese a la camarilla de fascistas encefalogramaplanos) han dejado de tener permiso de trabajo en España. Dicho así, parece simplemente una violación del tratado Blablablabla, ratificado por los países miembros el día de no me acuerdo. Por eso Rubalcaba {hacer, escuchar, explicar} corrió a aclarar que aquello no afectaría a los rumanos que ya estuvieran incorporados al mercado de trabajo español. Punto en boca pues.
Argumentan: en Rumanía hay un índice de paro menor que en España y por lo tanto no tenemos obligación moral de asumir su flujo migratorio. Una pregunta sin ánimo capcioso: ¿en qué país hay más paro que en España?
Segunda capa: La instrucción dada a las administraciones y organismos encargados de velar por que se cumpla la orden es explícita: todo aquel ciudadano rumano que el día 22 de julio de 2011 no estuviera dado de alta en la Seguridad Social, es decir, trabajando por cuenta ajena, o bien estuviera establecido como trabajador Autónomo, o bien estuviera inscrito en las oficinas de empleo como demandante de empleo, repito, a fecha 22 de julio, todo aquel rumano que no estuviera en uno de los casos anteriores, dejó de tener permiso de trabajo a partir del 1 de agosto, fecha en que entró en vigor la medida.
Es decir, puede darse el caso de que un ciudadano rumano que causó baja en cualquier empresa el día 21 de julio quisiera volver a trabajar el 2 de agosto y que incluso tuviera un empleador dispuesto a contratarle. En vano recorreran organismo tras organismo, empleador y cuadrilla de la mano. El día 22 de julio es el que manda.
Puede darse el caso de otro que lleve trabajando un año, de manera intermitente, en campañas agrícolas la mayoría, y que durante ese año, incluido el mes de julio, estuviera pagando de su particular peculio el llamado sello agrícola, es decir, el seguro social que opera en el Régimen Especial Agrario, pero que el día 22 de julio no trabajara porque le dolía un pie, porque al patrón se le estropeó el tractor o porque en esa finca o esos terrenos amaneció chispeando y el patrón dijo que a casa, que faenarían al día siguiente . Pues no señor. Se acabó trabajar en España, al menos con papeles.
Y por si fuera pequeño el drama, la Administración no escatima en medios de estigmatización; y compra miles de sellos y de tampones de tinta roja para que los funcionarios de los servicios de empleo estampen en las tarjetas de demanda de empleo de estos ciudadanos comunitarios venidos a menos el claro mensaje: NECESITA PERMISO DE TRABAJO.
Como si pudieran obtenerlo. Para que un extranjero obtenga un permiso de trabajo un empresario tiene que presentar una oferta de trabajo en el servicio de empleo correspondiente y el director tiene que certificar que, después de hacer el pertinente sondeo, no hay ni un solo ciudadano español dispuesto o capacitado para hacer el trabajo. Con ese certificado, el empleador va a la administración correspondiente y tramita el permiso del inmigrante.
La medida puede cobrar coherencia vista desde aquí, desde una óptica restrictiva de la Europa que nos venden, desde luego. Sólo si un español no puede o no quiere trabajar, entonces el rumano podrá optar a ese empleo. Pero, ¿qué hacemos con los cientos de miles de rumanos que, por azar, no estaban dados de alta en la Seguridad Social o inscritos en el servicio de empleo de su comunidad el fatídico día 22 de julio y que hasta ayer eran ciudadanos comunitarios de pleno derecho? ¿Los echamos a su país? ¿Los condenamos al empleo sumergido, a la desprotección? No nos rasguemos las vestiduras. No son esas dos opciones tan descabelladas para determinados sectores de la política actual pero, ¿es esa la izquierda que representa el PSOE?
Leiv Motiv
Quiero pensar que es mentira que todo sea mentira; que no todo está perdido porque ocupemos el rol de perdedores ab initio. No obstante odio el esnobismo de los que bromean con "La teoría de la conspiración" como si fuera moderno ser conservadoramente imbécil, y elegantemente actual asumir que ser el enemigo del enemigo es, aplicando el denominador común, lo mismo que nada. Detesto a la gente que usa la expresión "las reglas de juego" por una razón tan obvia que espero no tener que explicarla. Éste no es un blog amigable. El mundo pone la sosa, yo intentaré poner el vinagre.
lunes, 26 de septiembre de 2011
sábado, 30 de julio de 2011
20-N: una fecha menos
Cuando los periodistas le preguntaron a Zapatero por qué el 20-N precisamente para celebrar las elecciones, él, con esa media sonrisa con la que se ha acostumbrado a reírse de la inteligencia del pueblo que gobierna, contestó que era, sencillamente, una fecha más.
Pero no lo es, desde luego, para ningún elector de este país con un mínimo de memoria histórica o familiar. Las efemérides huelgan: ese día murieron en sendos años los dos últimos dictadores fascistas que gobernaron este país.
Ni el mejor publicista podría haber ideado un slogan con más tirón para el PSOE. Justo el año en que el PP puede obtener la mayoría absoluta por la movilización de parte de los votantes del PSOE, persuadidos a causa del manejo de la crisis de este gobierno de la necesidad de dar un voto de castigo a la "izquierda", éstos se verán obligados a enfrentarse con sus recuerdos y emociones. La fecha de la votación, como un Pantócrator sobre sus cabezas, les estará advirtiendo: cuidado con la derecha; medid las consecuencias de vuestro desencanto; puede que nuestra gestión del gobierno sea criticable, pero nosotros jamás tomamos este país por la fuerza; nosotros no matamos a vuestros abuelos; fue la derecha quien mantuvo aplastado a este país durante cuarenta años; nosotros merecemos un castigo pero, ¿no merecen ellos otro mucho mayor?
El 20-N es, desde luego, un mal día para que los típicos votantes de izquierda la castiguen votando a la derecha. El error es pensar que el PSOE es la izquierda. El fantasma de las dos españas ha hecho que pese mucho más en la historia la chaqueta de pana que Filesa o los GAL (dos de cuyos asesinatos, por cierto se cometieron en veintes de noviembres, Santi Brouard en 1984, y Josu Muguruza en 1989), de los cuales, a propósito, recuerda Arzalluz en sus memorias que fue el mismo Rubalcaba, junto con Txiqui Benegas, el que trató de convencerle para que el PNV no apoyara la comisión de investigación. Dice Arzalluz que Rubalcaba {hacer, escuchar y explicar} le dijo "nos vais a hundir en la mierda", y que él le contestó: "en vuestra mierda". Eso no sé si lo hablaron un veinte de noviembre, pero mucho me temo que la fecha está condenada a poner de relieve las carencias éticas de nuestros gobernantes, ya sean caudillos fascistas o propagandistas de seudo-izquierda.
Pero no lo es, desde luego, para ningún elector de este país con un mínimo de memoria histórica o familiar. Las efemérides huelgan: ese día murieron en sendos años los dos últimos dictadores fascistas que gobernaron este país.
Ni el mejor publicista podría haber ideado un slogan con más tirón para el PSOE. Justo el año en que el PP puede obtener la mayoría absoluta por la movilización de parte de los votantes del PSOE, persuadidos a causa del manejo de la crisis de este gobierno de la necesidad de dar un voto de castigo a la "izquierda", éstos se verán obligados a enfrentarse con sus recuerdos y emociones. La fecha de la votación, como un Pantócrator sobre sus cabezas, les estará advirtiendo: cuidado con la derecha; medid las consecuencias de vuestro desencanto; puede que nuestra gestión del gobierno sea criticable, pero nosotros jamás tomamos este país por la fuerza; nosotros no matamos a vuestros abuelos; fue la derecha quien mantuvo aplastado a este país durante cuarenta años; nosotros merecemos un castigo pero, ¿no merecen ellos otro mucho mayor?
El 20-N es, desde luego, un mal día para que los típicos votantes de izquierda la castiguen votando a la derecha. El error es pensar que el PSOE es la izquierda. El fantasma de las dos españas ha hecho que pese mucho más en la historia la chaqueta de pana que Filesa o los GAL (dos de cuyos asesinatos, por cierto se cometieron en veintes de noviembres, Santi Brouard en 1984, y Josu Muguruza en 1989), de los cuales, a propósito, recuerda Arzalluz en sus memorias que fue el mismo Rubalcaba, junto con Txiqui Benegas, el que trató de convencerle para que el PNV no apoyara la comisión de investigación. Dice Arzalluz que Rubalcaba {hacer, escuchar y explicar} le dijo "nos vais a hundir en la mierda", y que él le contestó: "en vuestra mierda". Eso no sé si lo hablaron un veinte de noviembre, pero mucho me temo que la fecha está condenada a poner de relieve las carencias éticas de nuestros gobernantes, ya sean caudillos fascistas o propagandistas de seudo-izquierda.
miércoles, 27 de julio de 2011
Por tontos
Por tontos nos ha tomado el sumo Pontífice. Hace una semana que arrecian las noticias sobre la crisis humanitaria imposible de ocultar en el Cuerno de África que, así nombrado, parece una región de fantasía salida de la Tierra Media tolkiana, lejana y, quién sabe si inexistente. Pero no; los países que lo integran tienen nombre, concretamente Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía, y aunque no lo creamos, cada uno de sus habitantes también.
Sin embargo, las noticias que revelen la postura de la Iglesia Católica con respecto a este holocausto no son tan profusas. Si tecleamos en Google "Papa Somalia Crisis 2011", los diez primeros resultados se refieren a una sola manifestación: la realizada por Benedicto XVI en el Angelus del pasado domingo. En él exhorta a la comunidad internacional y a las personas de buena voluntad a ayudar a África. Como jefe de la Iglesia Católica no ordena a sus todos sus discípulos ponerse al servicio de las almas y los cuerpos, hijos de Dios, que están a punto de perder la vida por no tener agua ni pan; no sacude los cimientos de las adormecidas conciencias católicas del primer mundo para que abran sus billeteras y aparten, de lo que van a gastar en las vacaciones, un tanto por ciento para que miles de niños no mueran mañana. No, para estas cosas el Papa nunca se dirige a los católicos, sino al ente abstracto de la comunidad internacional, que no es más que la aglutinación de unos pueblos y sus Jefes de Estado sobre los que él, si quisiera, podría ejercer más influencia que Standard and Poor's. Sus exhortaciones a la comunidad católica las reserva para cosas mucho más importantes, como la objeción de conciencia en las prácticas abortistas, porque es mucho más importante salvar un embrión del Primer Mundo que millones de niños del Tercero; o en la sedación en pacientes terminales o la lucha por la muerte digna, porque es mucho más importante la vida del que no quiere vivir, que la de millones de familias que recorren su país a pie para encontrar una gota de agua.
No obstante, en un arrebato de solidaridad sin precedentes, el Papa ha hecho un donativo de 50 mil euros, enviado directamente al obispo de Yibuti. Sí, han leído bien. La Iglesia, que sólo del Estado Español recibió 6.108 millones de € en 2010 en concepto de subvenciones directas y 241 millones de la recaudación del IRPF, dona 50.000 míseros € cuando Naciones Unidas cifra en más de 600 millones de dólares la cantidad precisada sólo en Somalia para frenar el torrente de muertes.
En la próxima campaña de la renta, quizás deberían cambiar el slogan y en lugar de pedirnos que marquemos la equis Por Tantos, podrían hacerlo Por Tontos.
Por otro lado, los medios nos venden la hambruna como algo novedoso, pero sólo en Etiopía en 2010 ya morían entre 5 y 6 millones al año fruto de la desnutrición. Cuando hablan de 11 millones en riesgo de muerte inminente, no se refieren hasta final de año, sino inminentemente (ver RAE) . ¿Qué despierta de repente la conciencia de los medios? Siempre el interés que la noticia pueda tener para sus lectores. ¿Y qué intereses resultan novedosos en este año de 2011? Dos principales: las cifras de desplazados empiezan a asustar. Decenas de miles de hambrientos cruzan las fronteras de los países limítrofes, naciones estas que en la mayoría de los casos están poco mejor que las de origen. Como una reacción en cadena, pasados unos meses una nueva oleada de inmigrantes sacudirá nuestra Europa chirriante. En estos tiempos el populismo vende. La mayor parte del público no es capaz de imaginar consecuencias a medio plazo, pero los medios se allanan el camino para el mañana. Cuando tengan que cubrir las noticias de los cientos de cayucos podrán decir esto es fruto de aquello.
En segundo lugar, ahora puede echársele la culpa a los musulmanes. Es Al-Qaeda quien bloquea la ayuda humanitaria. Al Shabab, milicia integrista vinculada a Al-Qaeda, se hizo con el poder de medio país después de que en 2009 las tropas etíopes se retiraran de la contienda. Una guerra que duró 20 años y que sangró las economías de ambos países, una guerra alentada por los países que hoy culpan a Al-Qaeda. No en vano una de las verdaderas causas de la imposibilidad de saneamiento financiero de estos países es que durante años llegaron a gastar 2 millones de euros al día en armamento comprado al primer mundo, deuda que aún hoy están saldando con nuestros estados. No recuerdo haber leído eso en ningún diario de pseudo-izquierda o pseudo-derecha. Es curioso, que haya tenido que enterarme leyendo la entrevista de un misionero salesiano, que con 83 años y dos cojones, lleva siete años en Etiopía luchando al pie del cañón. Y es que todas las monedas tienen cara y tienen cruz.
Nuestra cruz, la de los números.
Sin embargo, las noticias que revelen la postura de la Iglesia Católica con respecto a este holocausto no son tan profusas. Si tecleamos en Google "Papa Somalia Crisis 2011", los diez primeros resultados se refieren a una sola manifestación: la realizada por Benedicto XVI en el Angelus del pasado domingo. En él exhorta a la comunidad internacional y a las personas de buena voluntad a ayudar a África. Como jefe de la Iglesia Católica no ordena a sus todos sus discípulos ponerse al servicio de las almas y los cuerpos, hijos de Dios, que están a punto de perder la vida por no tener agua ni pan; no sacude los cimientos de las adormecidas conciencias católicas del primer mundo para que abran sus billeteras y aparten, de lo que van a gastar en las vacaciones, un tanto por ciento para que miles de niños no mueran mañana. No, para estas cosas el Papa nunca se dirige a los católicos, sino al ente abstracto de la comunidad internacional, que no es más que la aglutinación de unos pueblos y sus Jefes de Estado sobre los que él, si quisiera, podría ejercer más influencia que Standard and Poor's. Sus exhortaciones a la comunidad católica las reserva para cosas mucho más importantes, como la objeción de conciencia en las prácticas abortistas, porque es mucho más importante salvar un embrión del Primer Mundo que millones de niños del Tercero; o en la sedación en pacientes terminales o la lucha por la muerte digna, porque es mucho más importante la vida del que no quiere vivir, que la de millones de familias que recorren su país a pie para encontrar una gota de agua.
No obstante, en un arrebato de solidaridad sin precedentes, el Papa ha hecho un donativo de 50 mil euros, enviado directamente al obispo de Yibuti. Sí, han leído bien. La Iglesia, que sólo del Estado Español recibió 6.108 millones de € en 2010 en concepto de subvenciones directas y 241 millones de la recaudación del IRPF, dona 50.000 míseros € cuando Naciones Unidas cifra en más de 600 millones de dólares la cantidad precisada sólo en Somalia para frenar el torrente de muertes.
En la próxima campaña de la renta, quizás deberían cambiar el slogan y en lugar de pedirnos que marquemos la equis Por Tantos, podrían hacerlo Por Tontos.
Por otro lado, los medios nos venden la hambruna como algo novedoso, pero sólo en Etiopía en 2010 ya morían entre 5 y 6 millones al año fruto de la desnutrición. Cuando hablan de 11 millones en riesgo de muerte inminente, no se refieren hasta final de año, sino inminentemente (ver RAE) . ¿Qué despierta de repente la conciencia de los medios? Siempre el interés que la noticia pueda tener para sus lectores. ¿Y qué intereses resultan novedosos en este año de 2011? Dos principales: las cifras de desplazados empiezan a asustar. Decenas de miles de hambrientos cruzan las fronteras de los países limítrofes, naciones estas que en la mayoría de los casos están poco mejor que las de origen. Como una reacción en cadena, pasados unos meses una nueva oleada de inmigrantes sacudirá nuestra Europa chirriante. En estos tiempos el populismo vende. La mayor parte del público no es capaz de imaginar consecuencias a medio plazo, pero los medios se allanan el camino para el mañana. Cuando tengan que cubrir las noticias de los cientos de cayucos podrán decir esto es fruto de aquello.
En segundo lugar, ahora puede echársele la culpa a los musulmanes. Es Al-Qaeda quien bloquea la ayuda humanitaria. Al Shabab, milicia integrista vinculada a Al-Qaeda, se hizo con el poder de medio país después de que en 2009 las tropas etíopes se retiraran de la contienda. Una guerra que duró 20 años y que sangró las economías de ambos países, una guerra alentada por los países que hoy culpan a Al-Qaeda. No en vano una de las verdaderas causas de la imposibilidad de saneamiento financiero de estos países es que durante años llegaron a gastar 2 millones de euros al día en armamento comprado al primer mundo, deuda que aún hoy están saldando con nuestros estados. No recuerdo haber leído eso en ningún diario de pseudo-izquierda o pseudo-derecha. Es curioso, que haya tenido que enterarme leyendo la entrevista de un misionero salesiano, que con 83 años y dos cojones, lleva siete años en Etiopía luchando al pie del cañón. Y es que todas las monedas tienen cara y tienen cruz.
Nuestra cruz, la de los números.
- Aportación de España a la Crisis de Somalia: 15 millones de €.
- Aportación del FROB para la recapitalización de la CAM: 6.000 millones de €.
- Valor de los préstamos autoconcedidos por los directivos de la CAM: 160 millones de €.
- Número estimado de seres humanos en riesgo de muerte: 11 millones (un 22% de la población española)
- Presupuesto de la Iglesia Católica de España para conservación de Patrimonio de su titularidad: 200 millones de € (el 50% de lo necesitado, según la ONU para evitar la catástrofe inminente en Somalia)
- Población que se habrá olvidado de Somalia la próxima semana: 99,99%
domingo, 12 de junio de 2011
Cinema Jenin
Las casas de Jenin tienen más ventanas de las que debieran. A las proyectadas sobre plano hay que sumarles las practicadas por los obuses lanzados por el ejército israelí durante las dos intifadas. A pesar de ello, treinta y cinco mil palestinos viven en sus hogares de Gruyère y transitan sus calles polvorientas. Algunos niños escriben su nombre en las paredes aprovechando los agujeros de las balas como puntos.
Una vez hubo un cine, el más grande de los alrededores, dicen los que lo conocieron abierto y los que sólo han visto su puerta cerrada. La primera Intifada, en el ochenta y siete, acabó con él. Después se utilizó como centro de refugiados, y desde hace años es uno de esos lugares donde el tiempo que pasa se queda y envejece. El óxido se come los esqueletos de las butacas, las telarañas forman tapices del Rococó Arácnido, y las sombras viven tranquilas, sabiendo que la luz no es bien recibida entre sus paredes.
Cuando Ahmed cayó en la tierra y comenzó a desangrarse, mucho antes de que sus órganos aún vivos sirvieran para salvar la vida de otros seis niños, las arterias de Jenin recibieron su sangre y el pueblo entero fue transfundido de su espíritu. El cine de Jenin, entonces, comenzó a volver a la vida.
Lo abatió un soldado israelí un día antes del Eid-al-Fiter, el Banquete de Caridad que pone fin al mes de Ramadán. Por ello, y porque se celebra en familia, Isamel Khatib, su esposa Abla y sus cuatro hijos se habían desplazado a Jenin.
Ahmed les pidió dinero para comprarse una corbata. Echó a correr a la tienda y en el camino se topó con dos amigos. Jugaban a árabes y judíos con pistolas de plástico. Como tenía tiempo de sobra y sólo doce años, no pensó que debiera negarse cuando le tendieron un arma de juguete y le ofrecieron unirse a ellos.
Cada uno corrió en una dirección para ocultarse. Ahmed eligió sin saberlo el rango de tiro de un comando del ejército israelí que buscaba milicianos de la Yihad. Uno de los soldados gritó hombre armado a ciento treinta metros. Después se oyeron dos disparos. Ninguno de ellos salió de la pistola de juguete.
Entre los niños que aprovecharon la vida de Ahmed estaba Menuha Levinson. Hija de judíos ultraortodoxos, su cuerpo no rechazó el trasplante porque mientras la Religión hacía pellas y se fumaba las clases, la Biología estudiaba y se formaba para ser útil.
Su padre, en cambio, esperando a que Menuha saliera del quirófano dijo públicamente que hubiera preferido el hígado de un judío.
Ismael Khatib, el padre de Ahmed, no descansó hasta conocer a todos los niños que llevaban los órganos de su hijo, aunque para ser sinceros cuando los conoció tampoco descansó.
Dos años después, la familia Levinson lo recibía en su salón. Era una imagen imposible. Un árabe sentado en su sofá tranquilamente, sin intentar asesinarle.
Para el señor Levinson era tarde. Por mucho que aprendiera de aquello, nunca sería suficiente como para acabar con sus prejuicios. Los de sus hijas, sin embargo, sufrieron un fuerte varapalo. Menuha era aún pequeña, pero pronto comprendería que el riñón que limpiaba su sangre, que filtraba sus impurezas y la renovaba, era el riñón de un árabe.
Cinco años después de su muerte, las puertas del cine de Jenin se abrieron, con su padre y Leon Geller, el director alemán que rodó su historia, al frente.
Ahmed salió a comprar una corbata, pero en lugar de eso con su vida pagó una ronda de seis, un mensaje de paz y esperanza para su pueblo, y la resurrección del cine de Jenin, donde los otros niños verán su historia y donde él vivirá por siempre.
Una vez hubo un cine, el más grande de los alrededores, dicen los que lo conocieron abierto y los que sólo han visto su puerta cerrada. La primera Intifada, en el ochenta y siete, acabó con él. Después se utilizó como centro de refugiados, y desde hace años es uno de esos lugares donde el tiempo que pasa se queda y envejece. El óxido se come los esqueletos de las butacas, las telarañas forman tapices del Rococó Arácnido, y las sombras viven tranquilas, sabiendo que la luz no es bien recibida entre sus paredes.
Cuando Ahmed cayó en la tierra y comenzó a desangrarse, mucho antes de que sus órganos aún vivos sirvieran para salvar la vida de otros seis niños, las arterias de Jenin recibieron su sangre y el pueblo entero fue transfundido de su espíritu. El cine de Jenin, entonces, comenzó a volver a la vida.
Lo abatió un soldado israelí un día antes del Eid-al-Fiter, el Banquete de Caridad que pone fin al mes de Ramadán. Por ello, y porque se celebra en familia, Isamel Khatib, su esposa Abla y sus cuatro hijos se habían desplazado a Jenin.
Ahmed les pidió dinero para comprarse una corbata. Echó a correr a la tienda y en el camino se topó con dos amigos. Jugaban a árabes y judíos con pistolas de plástico. Como tenía tiempo de sobra y sólo doce años, no pensó que debiera negarse cuando le tendieron un arma de juguete y le ofrecieron unirse a ellos.
Cada uno corrió en una dirección para ocultarse. Ahmed eligió sin saberlo el rango de tiro de un comando del ejército israelí que buscaba milicianos de la Yihad. Uno de los soldados gritó hombre armado a ciento treinta metros. Después se oyeron dos disparos. Ninguno de ellos salió de la pistola de juguete.
Entre los niños que aprovecharon la vida de Ahmed estaba Menuha Levinson. Hija de judíos ultraortodoxos, su cuerpo no rechazó el trasplante porque mientras la Religión hacía pellas y se fumaba las clases, la Biología estudiaba y se formaba para ser útil.
Su padre, en cambio, esperando a que Menuha saliera del quirófano dijo públicamente que hubiera preferido el hígado de un judío.
Ismael Khatib, el padre de Ahmed, no descansó hasta conocer a todos los niños que llevaban los órganos de su hijo, aunque para ser sinceros cuando los conoció tampoco descansó.
Dos años después, la familia Levinson lo recibía en su salón. Era una imagen imposible. Un árabe sentado en su sofá tranquilamente, sin intentar asesinarle.
Para el señor Levinson era tarde. Por mucho que aprendiera de aquello, nunca sería suficiente como para acabar con sus prejuicios. Los de sus hijas, sin embargo, sufrieron un fuerte varapalo. Menuha era aún pequeña, pero pronto comprendería que el riñón que limpiaba su sangre, que filtraba sus impurezas y la renovaba, era el riñón de un árabe.
Cinco años después de su muerte, las puertas del cine de Jenin se abrieron, con su padre y Leon Geller, el director alemán que rodó su historia, al frente.
Ahmed salió a comprar una corbata, pero en lugar de eso con su vida pagó una ronda de seis, un mensaje de paz y esperanza para su pueblo, y la resurrección del cine de Jenin, donde los otros niños verán su historia y donde él vivirá por siempre.
viernes, 3 de junio de 2011
La muerte y otros efectos secundarios o la fábula del torero y el pepino
Desde el asesinato de Bin Laden por parte de los EUA en la casa del amigo Pakistán (amigo de alguien será), los estados socialmente evolucionados de esta Europa blanca (camisa de mi esperanza), se han descocado y andan un poco desorientados con la prioridad que ha tener la muerte en las posiciones oficiales de los gobiernos y las opiniones públicas.
Han muerto 16 personas en Alemania, seres humanos, digo yo, debido a una infección que en un principio se creyó originada por los pepinos españoles. No obstante, esta vez no ha habido solidaridad con el país amigo y con las víctimas, ni con los familiares de las víctimas, ni con los amigos de los familiares de las víctimas. Más bien parece que tuvieran que sentirse culpables por haberse muerto, porque el sector del pepino, que ahora sabemos es un buque insignia de la economía española (o como tal recibe tratamiento), se está poniendo flácido. No digo que no me alegre de que, por una vez, nuestros responsables exteriores defiendan los intereses que representan, no es eso. Lo que pasa es que España parece el cuatro ojos mamarracho que, acostumbrado a que le quiten el bocadillo en el recreo, no pierde comba para subirse al tren de mobbing escolar (o gubernamental) y hacer leña del árbol caído. ¿Cuándo desarrollaremos una personalidad propia como país y dejaremos de imitar lo que hacen los otros?
El segundo elemento de la fábula es el torero, esta vez con bombero. El bombero tuvo que sacarlo de entre los hierros de su super-ultra-mega-todo terrerno. A cambio de dejarse rescatar, ganó un titular en todos los medios, cosa que hace tiempo no lograba. Para mi sorpresa, el titular rezaba: Ortega Cano, muy grave al sufrir un accidente de tráfico. Y a modo de apunte: su coche invadió el carril contrario chocando con otro turismo. Y a modo de anécdota: el conductor del otro coche resultó fallecido. Y les faltó decir: pero a lo mejor ya estaba muerto porque la autopsia ha revelado que habría comido pepino durante el almuerzo.
Me imagino a la familia de aquel hombre teniendo que aguantar durante una o dos semanas programas enteros dedicados al "diestro" (que iría conduciendo con la zurda), a su vida y obra, y a su porte gallardo y apuesto. Asesino, es lo que dirán entre dientes, intentando tragarse el corazón con cada bocado de comida.
Ya lo vemos, esto es lo que puede pasar cuando desde nuestra querida Europa, bastión de la moral y la decencia, católica y también protestante, nos sumamos al grupo de los Zetas gubernamentales y nos chocamos los cinco ante el cadáver de un terrorista.
Creo que hay medio Estados Unidos señalándonos con el dedo y riéndose de nosotros por estar juzgando a Ratko Mladic (que por cierto mató a más del doble que Bin Laden), en vez de haberle pegado un tiro entre ceja y ceja. Con lo fácil que hubiera sido, ahora que trabajaba de peón. Si es que somos unos blandos. Nos van los tipos duros, pero seguimos siendo unos blandos.
Han muerto 16 personas en Alemania, seres humanos, digo yo, debido a una infección que en un principio se creyó originada por los pepinos españoles. No obstante, esta vez no ha habido solidaridad con el país amigo y con las víctimas, ni con los familiares de las víctimas, ni con los amigos de los familiares de las víctimas. Más bien parece que tuvieran que sentirse culpables por haberse muerto, porque el sector del pepino, que ahora sabemos es un buque insignia de la economía española (o como tal recibe tratamiento), se está poniendo flácido. No digo que no me alegre de que, por una vez, nuestros responsables exteriores defiendan los intereses que representan, no es eso. Lo que pasa es que España parece el cuatro ojos mamarracho que, acostumbrado a que le quiten el bocadillo en el recreo, no pierde comba para subirse al tren de mobbing escolar (o gubernamental) y hacer leña del árbol caído. ¿Cuándo desarrollaremos una personalidad propia como país y dejaremos de imitar lo que hacen los otros?
El segundo elemento de la fábula es el torero, esta vez con bombero. El bombero tuvo que sacarlo de entre los hierros de su super-ultra-mega-todo terrerno. A cambio de dejarse rescatar, ganó un titular en todos los medios, cosa que hace tiempo no lograba. Para mi sorpresa, el titular rezaba: Ortega Cano, muy grave al sufrir un accidente de tráfico. Y a modo de apunte: su coche invadió el carril contrario chocando con otro turismo. Y a modo de anécdota: el conductor del otro coche resultó fallecido. Y les faltó decir: pero a lo mejor ya estaba muerto porque la autopsia ha revelado que habría comido pepino durante el almuerzo.
Me imagino a la familia de aquel hombre teniendo que aguantar durante una o dos semanas programas enteros dedicados al "diestro" (que iría conduciendo con la zurda), a su vida y obra, y a su porte gallardo y apuesto. Asesino, es lo que dirán entre dientes, intentando tragarse el corazón con cada bocado de comida.
Ya lo vemos, esto es lo que puede pasar cuando desde nuestra querida Europa, bastión de la moral y la decencia, católica y también protestante, nos sumamos al grupo de los Zetas gubernamentales y nos chocamos los cinco ante el cadáver de un terrorista.
Creo que hay medio Estados Unidos señalándonos con el dedo y riéndose de nosotros por estar juzgando a Ratko Mladic (que por cierto mató a más del doble que Bin Laden), en vez de haberle pegado un tiro entre ceja y ceja. Con lo fácil que hubiera sido, ahora que trabajaba de peón. Si es que somos unos blandos. Nos van los tipos duros, pero seguimos siendo unos blandos.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Intelectualidad Real YA!
Los mismos que hace dos semanas, enfundados en sus trajes o disfraces de demócratas, sacaban la cara por Bildu desautorizando a aquellos que pretendían mirar más allá de sus estatutos, ayer decían estar “preocupados” por el movimiento de Democracia Real Ya. Era en la SER, en Hora 25, pero podría haber sido en cualquier otro medio “más demócrata que ninguno”. Caían en la bajeza moral de usar un rasero distinto para cada caso, y aventuraban que detrás de esta plataforma civil está la sombra de Izquierda Unida. La sombra de Izquierda Unida... como si una brizna de hierba pudiera dar mucha sombra. Su argumento elemental: la plataforma pide la reforma de la ley electoral, y eso sólo puede beneficiar a Izquierda Unida.
¡Qué alarde de valores demócratas! No prestan atención a los principios en los que se basa este movimiento civil, tampoco en su nombre claro y explícito ni en las declaraciones de sus portavoces e interlocotures. En su pseudointelectualidad subvencionada, pasan por encima de eso y, ejerciendo de videntes mezquinos, siembran la sospecha donde por el momento no hay más que lucidez e indignación. ¡Cómo se parece su comportamiento al de la derecha cerril que hace unas semanas les sirvió para enarbolar su infalible visión democrática! ¿No se han fijado que la ley electoral no es todo lo democrática que se esperaría de un país como España?
A saber: IU tiene 2 escaños en lugar de los 14 que le hubieran correspondido de operar un sistema proporcional en el sufragio. El escaño, que a PP o PSOE les costó una media de 65.500 votos, a IU le costó nada más y nada menos que 481.520 votos. CIU consiguió 11 escaños, es decir 9 más que IU, con 190.000 votos menos. A lo mejor es ese millón de ciudadanos que votaron IU en las pasadas generales el que está detrás de Democracia Real Ya, hecho que resultaría tan coherente para cualquiera como preocupante para los intelectuales en nómina de PSOE y PP.
viernes, 25 de febrero de 2011
Cosas sin importancia:
Trasteando por el BOE por razones que no vienen al caso, no vayáis a pensar que es mi libro de cabecera, me encontré esto:
REAL DECRETO 396/2007, de 23 de marzo, por el que se regula la bonificación de cuotas de la Seguridad Social respecto de los trabajadores contratados con motivo de la celebración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008.
REAL DECRETO 396/2007, de 23 de marzo, por el que se regula la bonificación de cuotas de la Seguridad Social respecto de los trabajadores contratados con motivo de la celebración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008.
La disposición adicional octava de la Ley 42/2006, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2007, establece que los países participantes en la Exposición Internacional Zaragoza 2008 y las personas jurídicas que los representen, así como las organizaciones internacionales participantes en dicho evento y la empresa pública Expoagua Zaragoza 2008, S.A., tendrán una bonificación del 100 por cien en la cotización a la Seguridad Social por contingencias comunes y por los conceptos de recaudación conjunta con las cuotas de la Seguridad Social, respecto de los trabajadores que contraten directamente para la realización exclusiva de labores estrictamente relacionadas con su participación en el citado acontecimiento.
¿Cuántos millones de euros salieron de la caja única de la Seguridad Social camino de los bolsillos de los empresarios que fueron elegidos para lucrarse con el circo de la Expo 2008? Tan sólo hace dos años de esto: ¿ya tenían pensado recortar salarios, congelar pensiones y retrasar edades de jubilación? Y lo que es más importante: ¿cuántas actividades de este tipo estarán bonificadas desproporcionadamente, mermando el montante total de cotización? Por último, ¿100%? ¿Saben cuánto se bonifica a una mujer parada de larga duración con un 40% de discapacidad reconocida por la S.S. que decida convertirse en autónoma?: Un 35%.
La otra cosa sin importancia de hoy es que ENDESA ha obtenido un aumento del 20% en sus beneficios con respecto al año anterior, alcanzando en el ejercicio 2010 los 4.129 millones de euros. La factura de la luz subió alrededor de un 16% durante los últimos doce meses, aunque resulta difícil de estimar. Desde enero de 2006 hasta finales del pasado año, el incremento total ha sido de un 44%, mientras que el IPC ha subido un 12%.
Por otro lado, Telefónica ha declarado un beneficio de 10.167 millones de euros en 2010, lo que supone un incremento nada despreciable, teniendo en cuenta la base porcentual, del 7.1%.
Sin meditarlo demasiado, lo reconozco, dejándome llevar por el momento, sólo me sale una cosa: Gracias a la ingeniería genética, ¿habría alguna posibilidad de extraer de Hugo Chávez tan sólo el gen que le predispone a la nacionalización de los recursos e implantarlo en cualquiera de los dos espantajos que optan a presidentes del gobierno en nuestro país? Lo digo porque, básicamente, entre los beneficios de estas dos empresas se podría tapar el agujero que obligó a mediados de 2010 a reducir el salario de los funcionarios en un 5%, a congelar las pensiones y que propició el establecimiento de la tasa de reposición funcionarial entre el 10 y el 30 por ciento.
Para ENDESA, TELEFÓNICA, gobierno y oposición, les dedico este clásico básico que, de haberse escrito hoy, sólo cambiaría de nombres propios:
miércoles, 23 de febrero de 2011
El Yo y el volcán
Según el informe anual sobre la juventud (15-24 años) elaborado por la Fundación Santa María, ésta es la primera generación que está convencida de que vivirá peor que sus padres. El 81% no participa en ningún movimiento asociativo; el 75% desconfía de la Iglesia; el 51% desconfía de la política y la considera algo ajeno. La institución mejor valorada sigue siendo la familia, y en contraposición con la denostación de la re publica, se observa un fortalecimiento de los lazos parentales, así como una privatización de los vínculos familiares.
Gonzalo González, sociólogo encargado de la presentación del informe, propone el concepto de modernidad líquida, desarrollado por Zygmunt Bauman, como síntesis y conclusión de los datos revelados.
Bauman, filósofo polaco, comunista y judío, perseguido en casi todos los países donde intentó vivir (no sabemos bien si por filósofo, por polaco, por comunista o por judío, o por permutaciones de esos cuatro elementos sin repetición), gozaba no sólo de una lucidez extrema en su visión de la evolución de la conciencia social, sino también de un talento literario exacerbado. En base a estas dos aptitudes, dio en comparar la identidad moderna con la superficie del magma volcánico, que se solidifica, refunde y cambia de forma constantemente, adaptándose a las condiciones orográficas y ambientales.
Dice así mismo Bauman que esto ocurre por una ausencia de telos o fin, aunque también cabría la posibilidad, desde mi humilde punto de vista, de sustituir sutilmente esa ausencia por el exceso.
Volviendo a las palabras de González, éste remarca que "jamás el joven ha tenido tantos roles como ahora", precisamente a causa (o como consecuencia) de esa liquidez identitaria. Son esos múltiples roles los que nos hablan de una multiplicidad también en cuanto a fines, aunque el término griego telos no puede equipararse al español fin en sentido estricto. El telos nos habla de un fin último, un propósito definitivo. Acaso el telos triunfante en esta modernidad líquida es la propia capacidad de adaptación, y si eso es así, hagamos otra reflexión: ¿es esto producto de la evolución o de la involución?
Iglesia, clase política, sindicatos, asociaciones ciudadanas, todo suena a los jóvenes a instituciones del pasado; entes, en la mayor parte de los casos rígidos e inamovibles. La desafección se produce sobre los restos aún vigentes de una premodernidad líquida. Sin embargo, los soportes y canales diseñados para albergar lo fugaz y cambiante gozan de un éxito pasmoso y concentran toda la atención de las nuevas generaciones.
¿Cómo hemos pasado por alto que el telos de la evolución es la evolución en sí, y no una suerte de estabilidad ideal?
Lo que los jóvenes creen es que vivirán peor que su padres siempre y cuando tengan que vivir con las reglas de su padres, pero eso no ocurrirá. Ya apenas ocurre. El reto será mantenerse despierto. La lava identitaria puede precipitarse ladera abajo arrasando todo a su paso, o surcarla concienzudamente, trazando en su camino el mapa de una nueva realidad social.
Si hemos de ser líquidos, vertámonos por donde deseemos, y sólo siempre y cuando lo deseemos.
Gonzalo González, sociólogo encargado de la presentación del informe, propone el concepto de modernidad líquida, desarrollado por Zygmunt Bauman, como síntesis y conclusión de los datos revelados.
Bauman, filósofo polaco, comunista y judío, perseguido en casi todos los países donde intentó vivir (no sabemos bien si por filósofo, por polaco, por comunista o por judío, o por permutaciones de esos cuatro elementos sin repetición), gozaba no sólo de una lucidez extrema en su visión de la evolución de la conciencia social, sino también de un talento literario exacerbado. En base a estas dos aptitudes, dio en comparar la identidad moderna con la superficie del magma volcánico, que se solidifica, refunde y cambia de forma constantemente, adaptándose a las condiciones orográficas y ambientales.
Dice así mismo Bauman que esto ocurre por una ausencia de telos o fin, aunque también cabría la posibilidad, desde mi humilde punto de vista, de sustituir sutilmente esa ausencia por el exceso.
Volviendo a las palabras de González, éste remarca que "jamás el joven ha tenido tantos roles como ahora", precisamente a causa (o como consecuencia) de esa liquidez identitaria. Son esos múltiples roles los que nos hablan de una multiplicidad también en cuanto a fines, aunque el término griego telos no puede equipararse al español fin en sentido estricto. El telos nos habla de un fin último, un propósito definitivo. Acaso el telos triunfante en esta modernidad líquida es la propia capacidad de adaptación, y si eso es así, hagamos otra reflexión: ¿es esto producto de la evolución o de la involución?
Iglesia, clase política, sindicatos, asociaciones ciudadanas, todo suena a los jóvenes a instituciones del pasado; entes, en la mayor parte de los casos rígidos e inamovibles. La desafección se produce sobre los restos aún vigentes de una premodernidad líquida. Sin embargo, los soportes y canales diseñados para albergar lo fugaz y cambiante gozan de un éxito pasmoso y concentran toda la atención de las nuevas generaciones.
¿Cómo hemos pasado por alto que el telos de la evolución es la evolución en sí, y no una suerte de estabilidad ideal?
Lo que los jóvenes creen es que vivirán peor que su padres siempre y cuando tengan que vivir con las reglas de su padres, pero eso no ocurrirá. Ya apenas ocurre. El reto será mantenerse despierto. La lava identitaria puede precipitarse ladera abajo arrasando todo a su paso, o surcarla concienzudamente, trazando en su camino el mapa de una nueva realidad social.
Si hemos de ser líquidos, vertámonos por donde deseemos, y sólo siempre y cuando lo deseemos.
sábado, 19 de febrero de 2011
Ego, te absorbo
¿Qué tendrán los artistas, que parece socialmente aceptado el hecho de que su ego esté por encima de la racionalidad y el sentido común?
El ego del artista: ¿qué carajo significa eso?
¿No es como el ego de fontanero o el matarife? ¿Se trata de algo más sofisticado, más kistch?
En todas las ciudades en las que he vivido existe una relación de proporcionalidad inversa entre la envergadura del movimiento artístico y las dimensiones del artiste(g)o, o lo que viene a ser lo mismo: cuánto más pequeño es el cuerpo, más sombra da. Y, como en el Mito de la Caverna, los artistas se miran en las sombras en lugar de hacerlo en sus cuerpos, por lo que, absurdamente, cuanto menor es el número, menos caben en una misma ciudad.
Es curioso. Eso mismo ha pasado con la izquierda en innumerables ocasiones. De ahí que el filósofo Gustavo Bueno diferencie meridianamente entre LA derecha y LAS izquierdas, y considere que una de las diferencias fundamentales entre ambas desde el punto de vista etiológico sea precisamente esa capacidad que conservan, la una, de homogeneizarse hasta la supresión de la diferencia, las otras, de diverger hasta la disolución de la afinidad. Completando esta reflexión yo diría que esa tendencia divergente se potencia a medida que disminuye el número de individuos. Quinientos camaradas en un comité pueden estar de acuerdo en algo, pero cinco de ellos horas más tarde en la barra del bar discutirán encarnizadamente por el color de los calcetines de Lenin.
Esta inclinación natural a la discusión es un rasgo propio del ser humano evolucionado. No en vano, rezaba la máxima de algún político puro de finales del XIX, tipo Cavour o algo así, que la mentalidad del hombre retrocede medio siglo cuando se encuentra en colectividad. No en vano, del desgranamiento de la discusión, y posterior reflexión nace el pensamiento elevado y el criterio preciso.
Pero resulta tan estúpido discutir sin saber escuchar como considerarse artista sin saber mirar. El ego de la izquierda se parece al del artista. Ambos construyen un mundo interior y tratan de defenderlo de los embates de un mostruo endémico con tanto ahínco que al final, el monstruo se instala en sus cabezas, y ni siquiera tiene que aguardar a las puertas de ese mundo para sitiarlo. Para ambos, la incompresión, la intransigencia, la cautividad y la censura son definitivamente mortales, y la lucha contra todas ellas está tan arraigada en su patrón de conducta que muchos de ellos hacen más bandera de esa lucha que de los logros obtenidos durante la paz.
Y un artista, cuando no se pelea con los que le rodean, puede apreciar lo que estos hacen, puede crear sin mirarse el ombligo y puede hacer crecer su figura y disminuir su sombra. Resulta patética la suficiencia que se lee en los ojos de los artistas de medio pelo, incapaces de admirar a sus semejantes, de alegrarse por sus triunfos. ¿Seremos capaces algún día en esta ciudad de sacudirnos ese lastre? Creo que todos merecemos y necesitamos hacer un profundo examen de conciencia, mirando a nuestro corazón y no a la oscura silueta que proyectamos en nuestra prisión inventada.
Y un artista, cuando no se pelea con los que le rodean, puede apreciar lo que estos hacen, puede crear sin mirarse el ombligo y puede hacer crecer su figura y disminuir su sombra. Resulta patética la suficiencia que se lee en los ojos de los artistas de medio pelo, incapaces de admirar a sus semejantes, de alegrarse por sus triunfos. ¿Seremos capaces algún día en esta ciudad de sacudirnos ese lastre? Creo que todos merecemos y necesitamos hacer un profundo examen de conciencia, mirando a nuestro corazón y no a la oscura silueta que proyectamos en nuestra prisión inventada.
viernes, 18 de febrero de 2011
El miedo cambia de bando
Anwar Zibaoui, analista político experto en el mundo árabe resumía con esta frase lapidaria lo que está sucediendo en las últimas semanas, en el programa de ayer de Toni Garrido en RNE. ¿Puede eso ser así, o se trata simplemente de una frase afortunada, pero más cerca de la literatura que del periodismo? Ya no es el pueblo el que tiene miedo de ser oprimido y suprimido, sino los gobiernos los que temen la ira del pueblo, continuaba su razonamiento. Y si esto es así, ¿qué arma o qué poder ha provocado que el peor compañero en la guerra huya al bando de los enemigos?
A simple vista, parecen confirmarse innumerables lemas y dichos populares, de cuya veracidad, por otro lado, nunca dudamos; véase, la unión hace la fuerza, o divide y vencerás. El pueblo tunecino o egipcio se une, en un alarde de valentía, contención organizativa, tesón y solidaridad social interclasista, y esa fuerza provoca una división definitiva en el seno de las instituciones que integraban el poder fáctico de dichos regímenes.
Suponiendo que estemos de acuerdo con este razonamiento, abordemos la siguiente cuestión. ¿Cuál es el detonante de esta unión? ¿Qué hace de pegamento? ¿La subida del combustible, del trigo y del maiz? ¿La abismal diferencia entre pobres y ricos en el pseudodemocrático sistema de gobierno de los páises árabes? No lo creo. Eso, no sólo ha sido así siempre (e incluso peor), sino que es común denominador en todas las sociedades orientales y occidentales, australes y boreales.
¿Qué fenómeno recorre entonces a estas comunidades y, como un pulso magnético va fundiendo los viejos aparatos eléctricos de los tiranos eternos? Puede que lo que haya sucedido en el mundo árabe no haya sido un cambio propiamente dicho, sino la maduración de ese cambio. El pueblo ha asimilado la libertad que emana de las nuevas tecnologías. Ya tenían internet, como nostros, pero ahora lo han interiorizado (¿lo hemos hecho nosotros?). Internet ha sido ese medio incensurable de manera selectiva desde el que se han convocado las prostestas, el pegamento que ha aglutinado, no sólo a un numero suficiente de ciudadanos, sino también de clases, como para que el miedo haya corrido a cambiar de bando.
Pero como en todas las revoluciones, la mitad se libra dentro del país y la otra mitad fuera. Y a través de Internet hemos visto y oído la revolución egipcia en directo; hemos escuchado los testimonios de decenas de ciudadanos; han retransmitido radio y televisión, a pesar de los intentos de bloqueo informativo por parte del régimen de Mubarak. Y la parte de la revolución que se basa en la presión exterior también se ha visto soportada.
Esto me lleva a otra reflexión, que más que preocuparme me fascina: Si el pueblo usa internet para pedir pan, ¿quiere esto decir que es más fácil el acceso a la tecnología que a la comida?
Por último, ¿es esto aplicable al resto de países, como Marruecos, Argel, Libia o Irán y sus satélites? Cada caso tendría que ser estudiado por separado, y aquéllos cuyos pueblos estuvieran dispuestos a llevar a cabo su cincuenta por ciento de revolución, dependerán del trabajo llevado a cabo por los medios extranjeros. Desde mi humilde persona, mi agradecimiento y más sincera enhorabuena a profesionales como Juan Ramón Lucas, Toni Garrido o Angels Barceló, así como a Rosa Molló, Jon Sistiaga y tantos otros, que sin poner la voz o el rostro, algunos a costa de su vida, nos cuentan cuentos de guerras y revoluciones.
A los primeros por poner el cerebro y el megáfono; a los segundos, por poner el micrófono y el corazón.
miércoles, 16 de febrero de 2011
La derecha y su mano izquierda (II)
Hace poco recibí en mi buzón un folleto publicitario de algo así como Electrodomésticos Martínez, una tienda de San Roque o San Fernando, o vete tú a saber, cuyo slogan rezaba, nada más y nada menos, “Posiblemente los más baratos de toda Europa”. Me hizo gracia. Me pareció el culmen de toda una saga de lemas deplorables como, “líder en informativos”, “especialistas lo recomiendan”, “el afeitado definitivo”. No obstante y para mi regocijo, a los pocos días esta bravata se ha quedado corta, pueril, casi a la altura de Leire Pajín.
Hoy Francisco Camps ha afirmado que es el candidato con más apoyos de todos los candidatos de todas las democracias occidentales, posiblemente.
Y a mí que me da que es verdad…
Fuente: http://lacomunidad.elpais.com/pacogarabato/2009/5/31/camps
Fuente: http://lacomunidad.elpais.com/pacogarabato/2009/5/31/camps
La derecha y su mano izquierda (I)
Según los medios, Silvio Berlusconni planea viajar a Sicilia para estar mas cerca de la crisis de Lampedusa. Fíjate, que no me veo yo al mayor fascista de Europa arrimándose a los inmigrantes escupidos de Túnez. La gente como él suele ejecutar desde lejos. Lo que sí me parece es una excusa magnífica para acercarse a la isla de las grandes “familias”, a negociar su inocencia en el juicio que se le avecina. Hay cosas que sólo pueden arreglarse en persona.
Fuente de la imagen: http://lachaiza.blogspot.com/2010/11/bersluconi-negociaba-con-mafia.html
martes, 15 de febrero de 2011
¿La Libertad?
Dios ilustrado.
Mentira de ateos.
Broma de Estado.
Sueño vampírico.
Arma de destrucción masiva...
Un hombre despierta a las seis de la mañana. Se dice libre porque su padre murió en una guerra que los suyos perdieron y se lava, sin pensarlo, con el agua con la que fue bautizado, de la que bebieron las reses de sus ancestros y que enjuagó, tal vez, las heridas de algunos de sus enemigos. Elige, de entre sus tres monos de trabajo, el menos sucio; monta en su coche de segunda mano y marcha a la mina. Encerrada, enterrada, la libertad tose y se asfixia como cada día. Al cabo, la sirena suena y la gruta horadada escupe a ciento cuarenta y dos hombres, “si Dios quiere”, rezan sus esposas. “Al fin libres”, dirán ellos, de camino a casa, deseando llegar y acostarse.
Una mujer marcha al mercado. Escoge la carne en función de su precio, el pescado según el color de las agallas, los plátanos por sus pintitas negras, la sal por ser yodada y el pan grande porque hoy viene a comer su hijo. Y cuando va a pagar a la caja la misma duda le asalta y se detiene: nunca sabe en qué cola ponerse.
Un anciano sale a la calle y pasea hasta el parque bordeando un colegio. De camino se detiene en el kiosco y compra maíz tostado para las palomas. Junto a él dos niños mascan chicle y discuten de fútbol. Por un instante evoca su infancia en un nítido recuerdo y, momentáneamente, se siente libre pues aún es dueño y señor de su memoria. Camina de nuevo, arrastrando las alpargatas. Ya ve de lejos la cancela del parque. “¡Abuelo, abuelo!”, grita una voz desde atrás. “¡Abuelito!”. Se gira, pero tan sólo ve a los dos mocosos mascando chicle. “Este oído mío...”, piensa para sí mientras reemprende la marcha. “¿No era tu abuelo?”, le pregunta un niño a otro. “Sí, pero ya no me conoce. Mi madre dice que tiene una enfermedad que se llama Alzheimer”.
Un niño pequeño colorea uno de esos cuadernos infantiles y, empuñando las ceras, avatar de su imaginación, rellena de azul la copa del árbol, de rosa el tronco. Pinta de naranja el cielo y negros los pétalos de las flores. Dibuja una luna malva, reflejada sobre el agua verde del lago. Y a lo lejos, muy a lo lejos, sobre una montaña amarilla, en la cima de roja nieve se dibuja a sí, transparente. Su madre acude, deseosa de ver los progresos de su hijo y al observar el resultado le reprocha, mitad desilusión, mitad preocupación: “Luisito, cariño, ya eres mayor para estas pinturas. A ver si un día me haces feliz y coloreas las cosas como son de verdad”.
Juan va a clase y el profesor le pregunta: “Juan, ¿qué es la libertad?”. Juan calla y así permanece. Al cabo de un minuto el profesor insiste: “Juan, te he preguntado que qué es la libertad”, pero Juan continúa en silencio. El profesor, enojado, le increpa: “¡Juan, ¿por qué no contestas a mi pregunta?!”, a lo que Juan responde: “Sr. profesor, le di dos respuestas”.
La libertad es lo que diferencia a los hombres buenos de los malos hombres: los primeros siempre la buscan. La libertad es un espíritu, meta de un impulso. Ése impulso lo provoca la buena condición humana. Buena condición y libertad son, respectivamente, origen y fin de una fuerza y en ése impulso vive el hombre bueno su vida.
viernes, 4 de febrero de 2011
Mierda
Ya está. Ahora tengo claro que la culpa de todo no la tienen los políticos, ni la iglesia, ni los bancos, ni los desastres naturales, ni el cáncer, ni Telecinco.
La culpa de todo no la tiene nadie. Todos tenemos una parte de culpa. Todos tenemos dentro, llamémoslo como queráis: sombras, claroscuros, intenciones aviesas, tempestades... Llamémosle para entendernos BASURA. La mierda que nos salpica el alma, en mayor o menor medida, es la causa de todos los males de este Universo. De nosotros, los más peligrosos, los que se creen limpios. De éstos, los más dañinos, los que menos lo son. Todos nos consideramos maravillosas personas. El imbécil se cree listo; el egoísta, solidario; el intransigente, tolerante; el falso, honesto. Veamos entonces: ¿qué se cree el que es realmente listo, solidario, tolerante y honesto? En el supuesto caso de que exista alguien así, ¿qué opinión tendrá de sí mismo? Imposible de averiguarlo. Tratemos entonces de encontrarlo para preguntarle. ¿Por dónde empezaríais a buscar vosotros? Yo por las cloacas, por los cajeros, debajo de los puentes, en la cárcel, en esos lugares especiales que los débiles de mente y espíritu le hemos reservado a los que podrían escupirnos a la cara la mentira en que se basa nuestro mundo. Nuestro Estado del Bienestar me provoca arcadas, y por mucho que me joda reconocerlo he de decir que tenemos mucho más de lo que nos merecemos.
sábado, 29 de enero de 2011
De la mentira y otros desastres naturales
Y mientras Dios dormía, al séptimo día, Lucifer, que había observado atento y fascinado cada paso de la creación, se bajó de su cuna y gateó hasta la cúpula de donde habían nacido los truenos y se asomó a los confines ignotos recién hechos. Habiendo visto que su padre había hecho todo lo necesario y que él no sería indispensable ideó una fórmula para que jamás el mundo fuera suficiente, y para que él o cualquiera que quisiera rivalizar con Dios pudiera satisfacer su ego enredando a los hombres más débiles, confundiéndolos. Con voz trémula, pues eran las primeras palabras que pronunciaba desde el comienzo de la eternidad, digo: "Hágase la mentira".
Una nube negra, como de ceniza húmeda y fría, descendió desde la cúpula de los truenos hasta la tierra y a su paso envolvió a plantas y animales, pero ninguno se inmutó, y Lucifer henchido de rabia pataleó y lloró como el niño que era. Cuando Dios despertó ya era demasiado tarde. Se colocó junto a su hijo y le dijo: "No te fijes en los animales ni en las plantas. Observa lo que la mentira hace en el hombre. Después juzga si es buena o no lo es." Y volvió a descansar.
Lucifer se enjugó las lágrimas y contempló la nube oscura acercarse a una aldea donde todos respetaban a su padre. Durante un instante no se vio nada, pero al desaparecer aquella masa de ceniza húmeda, el más débil de los hombres, aquel que deseaba los bienes ajenos y ser el jefe de la aldea, fue corriendo de casa en casa, de plaza en plaza, y a su paso los hombres gritaban y pataleaban y dirigían furiosas miradas a sus vecinos que antes habían sido sus hermanos, y siempre se cuidaba mucho de no estar presente cuando entre ellos se peleaban, y desmentía y confirmaba, siempre por separado, lo que cada uno debía escuchar.
Todo el día pasó Lucifer contemplando su obra, y vio que era bueno para él, y a la noche se durmió.
Al octavo día, Dios fue a donde estaba su hijo y le dijo: "Despierta". Cuando Lucifer abrió los ojos toda la tierra que se extendía a sus pies estaba en llamas. Durante la noche las hogueras había prendido hasta los confines del mundo y no había hombre que tomara al prójimo por hermano ni que respetara a su padre, ni que confiara en un amigo. Y entonces, le dijo Dios a su hijo: "Puesto que esa es tu obra, ahí vivirás. Sentirás la mentira en tus carnes y por ella te matarán. Nacerás una y otra vez en la tierra y todas la veces morirás a manos de la mentira: en la guerra, en los callejones, de hambre, en el senado, en tu propia casa. Es mi voluntad que seas un hombre justo hasta el día del juicio. Así verás que no hay peste, plaga o diluvio que dañe más al hombre que esta creación tuya.
Una nube negra, como de ceniza húmeda y fría, descendió desde la cúpula de los truenos hasta la tierra y a su paso envolvió a plantas y animales, pero ninguno se inmutó, y Lucifer henchido de rabia pataleó y lloró como el niño que era. Cuando Dios despertó ya era demasiado tarde. Se colocó junto a su hijo y le dijo: "No te fijes en los animales ni en las plantas. Observa lo que la mentira hace en el hombre. Después juzga si es buena o no lo es." Y volvió a descansar.
Lucifer se enjugó las lágrimas y contempló la nube oscura acercarse a una aldea donde todos respetaban a su padre. Durante un instante no se vio nada, pero al desaparecer aquella masa de ceniza húmeda, el más débil de los hombres, aquel que deseaba los bienes ajenos y ser el jefe de la aldea, fue corriendo de casa en casa, de plaza en plaza, y a su paso los hombres gritaban y pataleaban y dirigían furiosas miradas a sus vecinos que antes habían sido sus hermanos, y siempre se cuidaba mucho de no estar presente cuando entre ellos se peleaban, y desmentía y confirmaba, siempre por separado, lo que cada uno debía escuchar.
Todo el día pasó Lucifer contemplando su obra, y vio que era bueno para él, y a la noche se durmió.
Al octavo día, Dios fue a donde estaba su hijo y le dijo: "Despierta". Cuando Lucifer abrió los ojos toda la tierra que se extendía a sus pies estaba en llamas. Durante la noche las hogueras había prendido hasta los confines del mundo y no había hombre que tomara al prójimo por hermano ni que respetara a su padre, ni que confiara en un amigo. Y entonces, le dijo Dios a su hijo: "Puesto que esa es tu obra, ahí vivirás. Sentirás la mentira en tus carnes y por ella te matarán. Nacerás una y otra vez en la tierra y todas la veces morirás a manos de la mentira: en la guerra, en los callejones, de hambre, en el senado, en tu propia casa. Es mi voluntad que seas un hombre justo hasta el día del juicio. Así verás que no hay peste, plaga o diluvio que dañe más al hombre que esta creación tuya.
viernes, 28 de enero de 2011
Grandes verdades de la tradición judeo-cristiana (2)
Parábola del sembrador (Mateo, 13, 1-43)
Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Se reunió junto a él una gran multitud, así que él subió a una barca y se sentó, mientras la multitud estaba de pie en la orilla. Les explicó muchas cosas con parábolas:
-Salió un sembrador a sembrar. Al sembrar, unas semillas cayeron junto al camino, vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso con poca tierra. Al faltarles profundidad brotaron enseguida; pero, al salir el sol se marchitaron, y como no tenían raíces se secaron. Otras cayeron entre cardos: crecieron los cardos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra fértil y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.
Quien tenga oídos que escuche.
Se le acercaron los discípulos y le preguntaron:
-¿Por qué les hablas contando parábolas?
Él les respondió:
-Porque a vosotros se os concede conocer los secretos del reinado de Dios, pero a ellos no se les concede. Al que tiene le darán y le sobrará; al que no tienen le quitarán aun lo que tiene. Por eso les hablo contando parábolas: porque miran y no ven, escuchan y no oyen ni comprenden.
Se cumple en ellos aquella profecía de Isaías:
Por más que escuchéis,
no comprenderéis,
por más que miréis, no veréis.
Se ha embotado
la mente de este pueblo;
se han vuelto duros de oído,
se han tapado los ojos.
Que sus ojos no vean
ni sus oídos oigan,
ni su mente entienda,
ni se conviertan para que lo los sane.
Dichosos en cambio vuestros ojos que ven y vuestros oídos que oyen. Os aseguro que muchos profetas y justos ansiaron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.
Vosotros escuchad, pues, la explicación de la parábola del sembrador. Si uno escucha la palabra del reino y no la entiende, viene el Maligno y le arrebata lo sembrado en su corazón; ése es como lo sembrado junto al camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso es el que escucha la palabra y la acoge enseguida con gozo; pero no tiene raíz y es inconstante. Llega la tribulación o persecución por causa de la palabra e inmediatamente falla.
Lo sembrado entre cardos es el que escucha la palabra; pero las preocupaciones mundanas y la seducción de la riqueza la ahogan y no da fruto. Lo sembrado en tierra fértil es el que escucha la palabra y la entiende. Ése da fruto: cien o sesenta o treinta.
Les contó otra parábola:
-El reinado de Dios es como un hombre que sembró semilla buena en su campo. Pero, mientras la gente dormía, vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo, y se marchó. Cuando el tallo brotó y empezó a granar, se descubrió la cizaña. Fueron entonces los siervos y le dijeron al amo: Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿De dónde viene la cizaña? Les contestó: Un enemigo lo ha hecho.
Le dijeron los siervos: ¿Quieres que vayamos a arrancarla? Les contestó: No; que al arrancarla, vais a sacar con ella el trigo. Dejad que crezcan juntos hasta la siega. Cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, atadla en gavillas y echadla al fuego; luego recoged el trigo y guardadlo en mi granero.
[...]
Todo esto se lo expuso Jesús a la multitud con parábolas; y sin parábolas no les expuso nada. Así se cumplió lo que anunció el profeta:
Voy a abrir la boca
pronunciando parábolas,
profiriendo cosas ocultas
desde la creación.
Después, despidiendo a la multitud, entró en casa. Se le acercaron los discípulos y le dijeron:
-Explícanos la parábola de la cizaña.
Él les contestó:
-El que sembró la semilla buena es este Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los súbditos del Maligno; el enemigo que la siembra es el Diablo; la siega es el fin del mundo; los segadores son los ángeles. Como se recoge la cizaña y se echa al fuego, así sucederá al fin del mundo: Este Hombre enviará a sus ángeles para que recojan de su reino todos los escándalos y los malhechores; y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces, en el reino de su Padre, los justos brillarán como el sol.
Quien tenga oídos que escuche.
viernes, 14 de enero de 2011
jueves, 13 de enero de 2011
El Perito Moreno y la Sra. Nieves Concostrina
El Perito Moreno, ilustre argentino, explorador de la Patagonia, antropólogo, sociólogo, biólogo, y Dios sabe cuántos logos más, filántropo donde los haya, construyó comedores para los niños más pobres en los confines más remotos del Cono Sur. Alguien le preguntó, no sabemos si movido por la más absoluta estupidez o por la más clarividente discreción, por qué lo hacía, y el Perito Moreno contestó: "Porque un niño con la barriga vacía no puede aprender a escribir la palabra pan".
Ahí queda eso.
P.D.: Sra. Nieves Concostrina, definitivamente la quiero (a usted).
Ahí queda eso.
P.D.: Sra. Nieves Concostrina, definitivamente la quiero (a usted).
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